La presidenta brasileña Dilma Rousseff aprobó este martes una norma que mantiene hasta 2019 la fórmula utilizada actualmente para llevar a cabo el reajuste del salario mínimo.
Los economistas del sector financiero elevaron su previsión para la contracción del producto interior bruto (PIB) de Brasil este año desde el 0,50% que calculaban la semana pasada hasta el 0,58% previsto en el sondeo publicado este lunes por el Banco Central.
El ministro de Economía de Brasil, Joaquim Levy afirmó que “no existe nada problemático” en la economía brasileña, pero advirtió que es necesario “tomar decisiones rápidas” para generar un nuevo ciclo de crecimiento que incluya darle más impulso a las exportaciones.
Brasil acumuló en los primeros diez meses del año un déficit fiscal primario récord de 11.600 millones de reales (unos 4.640 millones de dólares), informó el Banco Central.
Los esfuerzos de Brasil por reducir su deuda se trasladarán a una renovada confianza de los inversores y ofrecerán espacio para continuar con las políticas de disminución de la pobreza en los próximos años, dijo el futuro ministro de Hacienda Joaquim Levy.
La economía de Brasil al inicio del segundo mandato de la reelecta Dilma Rousseff enfrenta importantes riesgos entre los cuales que el ajuste sea considerado insuficiente; un posible racionamiento de energía; el impacto del escándalo de corrupción de Petrobras al igual que el inicio de un ciclo de aumento de tasas de interés por parte de la Fed, según la evaluación del banco español BBVA.
La tasa anual de la inflación en Brasil se desaceleró más de lo esperado a mediados de noviembre y volvió al rango meta del Gobierno, pese a la reciente subida en los precios de los combustibles.
Brasil anotó su mayor déficit mensual histórico en septiembre, en un rápido deterioro de las cuentas fiscales que presenta el mayor desafío para los esfuerzos de la presidente reelecta, Dilma Rousseff, por recuperar la confianza de los inversores.
El sector público brasileño acumuló en el primer semestre del año un superávit primario de 29.380 millones de Reales (unos 13.354,5 millones de dólares), el menor saldo para el período en los últimos trece años, informó el Banco Central.
Brasil sigue con atención la crisis de la deuda que atraviesa Argentina luego del revés judicial en la Corte Suprema norteamericana. Un eventual default no sólo perjudicaría el crecimiento del país norteño, sino que haría aún más daño al ya deteriorado comercio bilateral, que en mayo se desplomó 21%.