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Cuentas de Brasil en rojo: quinto mes consecutivo de déficit primario

Domingo, 2 de noviembre de 2014 - 09:06 UTC
El jefe del Tesoro, Arno Augustin, admitió que el superávit consolidado primario tendrá que ser reducido una cifra equivalente a un 1,9% del PIB. El jefe del Tesoro, Arno Augustin, admitió que el superávit consolidado primario tendrá que ser reducido una cifra equivalente a un 1,9% del PIB.

Brasil anotó su mayor déficit mensual histórico en septiembre, en un rápido deterioro de las cuentas fiscales que presenta el mayor desafío para los esfuerzos de la presidente reelecta, Dilma Rousseff, por recuperar la confianza de los inversores.

 Para septiembre, el Gobierno anotó un rojo de 25.491 millones de reales (10.390 millones de dólares), en el quinto mes consecutivo de déficit primario. El balance consolidado primario incluye los resultados de gobiernos federales, estados, municipalidades y algunas empresas estatales. Este resultado es considerado referencial del desempeño fiscal de Brasil.

En lo que va del año, el gobierno central ha acumulado un déficit primario de 15.286 millones de reales, dijo el Banco Central el viernes, el primer rojo fiscal en un período de nueve meses desde que comenzó la serie histórica del Banco Central en 2002.

El jefe del Tesoro, Arno Augustin, admitió que el Gobierno tendrá que reducir su meta de superávit consolidado primario de 99.000 millones de reales, una cifra equivalente a un 1,9% del producto interno bruto (PIB).

El superávit primario, o exceso de ingresos sobre gastos antes del pago de deudas, es seguido de cerca por los inversores y sirve como medición de la capacidad del país para pagar sus préstamos.

Después de una difícil victoria en el balotaje del domingo, Rousseff está enviando señales amistosas al mercado, con promesas de cambiar políticas a las que se culpan de llevar a la economía a la recesión este año.

Según funcionarios próximos a Rousseff, su Gobierno planea profundos recortes presupuestarios para el próximo año y aplicar medidas para reducir los gastos públicos en el futuro. Las autoridades también están considerando reducir su meta de superávit primario de 2015 a algo más creíble para mejorar la transparencia, dijeron funcionarios.

Desde que asumió su primer mandato en 2011, Rousseff ha gastado fuertemente en subsidios y ha entregado una serie de exenciones tributarias a empresas en un intento por mejorar la vacilante economía.

Sin embargo, los esfuerzos no reactivaron a la actividad. En vez de eso, afectaron a las finanzas de Brasil y provocaron preocupaciones de los inversores que hace no mucho tiempo consideraban al país una estrella entre los mercados emergentes.

En marzo, la agencia Standard % Poor's recortó la calificación de la deuda de Brasil más cerca a la categoría basura y Moody's ha amenazado con hacer lo mismo por preocupaciones sobre la deuda del país.

El déficit presupuestal general del sector público, o fiscal, que incluye pago de intereses, subió a 224.429 millones de reales, o el equivalente a un 5,94% del PIB, entre enero y septiembre. Datos del Banco Central mostraron que el aumento del déficit llevó la deuda neta del país a un 35,9% del PIB, el porcentaje más alto en dos años.

Categorías: Economía, Política, Brasil.