MercoPress. South Atlantic News Agency
Brasil sigue atentamente el proceder de Argentina con los 'fondos buitres'
Los vaivenes de un posible default en Argentina, tienen a Brasil expectante dijo el ministro Mauro Borges Brasil sigue con atención la crisis de la deuda que atraviesa Argentina luego del revés judicial en la Corte Suprema norteamericana. Un eventual default no sólo perjudicaría el crecimiento del país norteño, sino que haría aún más daño al ya deteriorado comercio bilateral, que en mayo se desplomó 21%.
El gobierno de Dilma Rousseff observa “atentamente” los vaivenes de un posible default en Argentina. Así lo declaró el ministro de Desarrollo brasileño, Mauro Borges, según consignó el diario Valor Económico.
A su vez, según un estudio privado, el rechazo de la Casa Rosada a pagarle a los fondos buitre afectará directamente el PBI brasileño. Crecería solamente 0,7 % este año, en vez del 1,2% esperado por los analistas, difundió la consultora EIU, consignada por el Folha de Sao Paulo.
Quedaría muy golpeado el comercio bilateral entre Argentina y Brasil, sobre todo en el sector automotriz, el eslabón más importante que intercambian estos países.
La relación comercial entre ambos países ya encendió la alarma en los últimos meses. En mayo, el intercambio total entre ambos países anotó una baja de 21% y sumó su octava caída mensual consecutiva. En los primeros cinco meses del año, en tanto, la retracción fue de 19,9%.
Entre los principales responsables de la reducción del intercambio se encuentran las menores ventas de vehículos y autopartes, alimentos, combustibles y lubricantes, de acuerdo con un informe elaborado por la consultora abeceb.com.
En mayo, las exportaciones argentinas a Brasil fueron de US$ 1.257 millones, con una caída de 16% con respecto al mismo mes de 2013. Ese número ubicó al país como el tercero entre los principales proveedores brasileños, detrás de China y Estados Unidos.
Sin embargo la situación podría encaminarse luego del giro que diera la presidenta Cristina Fernández al anunciar su voluntad de negociar una salida para los tenedores del 100% de la deuda argentina, lo cual incluiría a los 'holdouts' o 'fondos buitres', como también se los llama.
