No han sido semanas fáciles para el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, y es que quien fue uno de los principales gestores del plan económico del Gobierno de Jair Bolsonaro, es hoy el más criticado por el débil desempeño económico que hasta ahora ha tenido el país. De todas formas, las críticas para Guedes no son algo nuevo, pues incluso antes de que Jair Bolsonaro ganara las elecciones presidenciales ya había recibido algunas.
El Banco Central de Brasil redujo este jueves su proyección de crecimiento económico en 2019 a 2%, frente a 2,4% en diciembre, con una fuerte revisión de las expectativas en la industria por las consecuencias de la tragedia de enero en una mina de Vale.
La actividad económica brasileña cayó bruscamente en enero, según un índice del Banco Central publicado el lunes, la más reciente señal de que el lento ritmo de la economía de fines del año pasado se ha prolongado a 2019 e incluso puede estar desacelerándose.
Los precios al consumidor de Brasil cayeron más de lo previsto en noviembre, por debajo del punto medio de la meta del banco central para 2018 y 2019, lo que sugiere que la entidad no tendría apuro para aumentar la tasa de interés desde el mínimo récord en que se encuentra.
Jair Bolsonaro, todo indica sería el próximo presidente de Brasil y la economía es todo un desafío para un candidato que abiertamente reconoce que no es un tema que maneje. Pero para suplir su falta de conocimiento, eligió al economista Paulo Guedes para lograr el balance.
El presidente brasileño, Michel Temer, anunció nuevas medidas para intentar reanimar la economía del país, que aún no termina de consolidar su recuperación pese al ligero repunte que en 2017 puso fin a dos años de aguda recesión.
El Banco Central de Brasil mantuvo el miércoles la tasa de interés pese a las expectativas de un recorte, en momentos en que una caída de los mercados emergentes llevó a la moneda local a un mínimo de dos años.
Brasil sorprendió al cerrar enero con un superávit primario de US$ 9.580 millones (31.069 millones de reales), una cifra récord para el mes desde el inicio de la serie histórica en 1997, gracias a una recaudación extraordinaria por un programa de renegociación de deudas tributarias.
El déficit de cuenta corriente de Brasil se redujo más de lo previsto en enero, con US$ 4.310 millones, indicó el Banco Central, y señaló que fue la mejor cifra para ese mes en ocho años. Además fue inferior al pronóstico de US$ 4.991 millones. La inversión extranjera directa sumó US$ 6.466 millones en enero, superando los US$ 3.800 millones pronosticados.
La actividad de Brasil se amplió 2,85% interanual en noviembre y avanzó 1,06% en los primeros once meses de 2017, informó este lunes el Banco Central de ese país.