Las bombas han caído. Damasco ha sido golpeado de nuevo. La coalición de Estados Unidos, Reino Unido y Francia lanzó ataques aéreos contra objetivos sirios mientras Donald Trump busca castigar al presidente sirio Bashar al-Assad por un supuesto ataque químico el fin de semana pasado cerca de Damasco en el que murieron más de 40 personas.
Rusia, el último país extranjero que colaboraba con alta tecnología en la localización del submarino argentino ARA San Juan, se retiró de la búsqueda ahondando la desesperanza de las familias de los 44 tripulantes de la nave desaparecida en noviembre.
El embajador británico ante el Kremlin, Laurie Bristow, dijo que Rusia “tiene un historial de asesinatos patrocinados por el Estado”, en una reunión con embajadores y diplomáticos extranjeros. En la reunión Bristow reiteró que su Gobierno considera a Moscú responsable del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal.
Luego de ser reelecto tras obtener una aplastante victoria en las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Rusia, Vladimir Putin se refirió a la polémica que se ha instalado durante los últimos días respecto al envenenamiento del ex doble espía Serguéi Skripal y su hija en Reino Unido.
La policía británica anunció la apertura de una investigación por asesinato del exiliado ruso Nikolái Glushkov, aparecido muerto esta semana en su casa cerca de Londres, porque la autopsia reveló que murió de “una compresión en el cuello”.
Rusia reaccionó ante las acusaciones que el presidente Vladimir Putin estaría detrás del envenenamiento del ex espía ruso, y anunció que expulsará a diplomáticos británicos de su territorio, e informó que abrirá sus propias pesquisas. Empero los líderes occidentales no cejan en sus acusaciones contra Moscú por lo que consideran un uso sin precedentes de un arma química en tiempos de paz.
El ex director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Serguéi Stapashin, dijo que no descarta la participación de los servicios secretos de Reino Unido en el envenenamiento del espía doble Serguéi Skripal.
Estados Unidos coincidió este lunes con las autoridades británicas en considerar que el gobierno de Rusia está probablemente detrás del intento de asesinar a un ex espía de ese país en el Reino Unido, a la vez que aseguró que los responsables del ataque deben enfrentar consecuencias.
El ataque con gas nervioso contra el ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia afectó a 21 personas en Reino Unido, que tuvieron que recibir atención médica, según informó este jueves la policía británica. Los afectados concurrieron a los centros médicos y debieron ser tratados. Según se informó, a algunos de ellos se les tomó exámenes de sangre.
La policía británica reveló este miércoles que el ex espía ruso Sergei Skripal fue envenenado de forma intencionada con un agente nervioso, del que aún se desconoce la naturaleza exacta. Scotland Yard confirmó que Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, siguen en estado grave tras entrar en contacto con esa sustancia desconocida el pasado domingo en la localidad inglesa de Salisbury.