El Consejo de Seguridad convocado por Estados Unidos este sábado para discutir sobre la crisis institucional y política que vive Venezuela ha sido levantado esta tarde. Con una participación fuertemente polarizada, el bloque que apoya al gobierno de transición de Juan Guaidó con EEUU a la cabeza, se enfrentó al bloque que reconoce como legítimo al régimen de Nicolás Maduro, encabezado por Rusia y China. Países latinoamericanos también expresaron sus posiciones, calificando el caso como una crisis que afecta directamente a la región.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha acusado a Rusia de sostener y proteger al “Estado mafioso ilegítimo” de Nicolás Maduro, al tiempo que ha pedido que se reconozca a Juan Guaidó, presidente del parlamento venezolano que fue declarado presidente interino de Venezuela el pasado miércoles, como el líder para avanzar hacia la democracia.
El representante ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, ha respondido acusando a Washington de “orquestar un de golpe de Estado”, dejando de manifiesto que la posición de EEUU no es compartida por algunos miembros de la comunidad internacional y que 11 países de la región interamericana se mostraron a favor de reconocer a Maduro y no a Guaidó, frente a 10 que reconocen al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela como legítimo presidente encargado.
El cambio de régimen, reiteró el embajador ruso, es el juego preferido de EE UU. Moscú, como Pekín, tiene poder de veto en el consejo y lograron bloquear la adopción de una declaración de apoyo a la Asamblea Nacional como la única institución elegida democráticamente. Sin embargo, no lograron bloquear la sesión convocada por EEUU.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó por su parte el plazo europeo para la celebración de elecciones y cargó de nuevo contra el presidente español, Pedro Sánchez.
Arreaza aclaró que Europa “no le dará plazos a Venezuela” para convocar elecciones.
¿Ocho días de qué?, se preguntó el ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, desafiando el ultimátum español. Venezuela denunció que estas maniobras pretenden estimular la acción de grupos violentos y forzar una intervención extranjera en el país. “EEUU está al frente del golpe de Estado”, afirmó el canciller, secundado por sus tradicionales aliados de China, Rusia y Cuba.
Sánchez ha afirmado este sábado que, si Nicolás Maduro no convoca elecciones en Venezuela en el plazo de ocho días, España reconocerá al líder de la oposición Juan Guaidó como presidente.
Se estima que esta declaración se trata de un reconocimiento de facto a Guaidó, pero se da ese breve plazo para ver si en ese tiempo se puede lograr un consenso europeo y para que sea la Unión Europea en su conjunto, y no solo España, quien declare a Guaidó como presidente legítimo.
Pompeo llamó al resto de las naciones unirse en la lucha por la libertad de Venezuela. En ese sentido, pidió a las naciones paralizar las transacciones financieras con el gobierno de Nicolás Maduro. “También esperamos que cada uno de esos países se aseguren de desconectar sus sistemas financieros del régimen de Maduro y que permitan que los bienes que pertenezcan al pueblo venezolano vayan a los gobernantes legítimos de Venezuela”, planteó.
El Secretario de Estado del gobierno de Donald Trump ha asegurado que ha llegado el momento de que los países “elijan de qué lado” están, si con las “las fuerzas de la libertad” o con “la liga de Maduro y su caos”. En este sentido, ha afirmado que “EEUU y sus socios son los auténticos amigos del pueblo venezolano”. Rusia, China, Siria, Irán y Cuba, añadió, respaldan un régimen que viola los derechos humanos de su propio pueblo. “Ninguno apoya la democracia” ni adopta sistemas ampliamente democráticos, ha advertido, “y usan este micrófono para condenar la injerencia externa”.
Francia también ha denunciado que las últimas elecciones no fueron ni legítimas ni creíbles y ha reclamado una nueva convocatoria electoral. Si no se responde a este llamamiento, ha advertido, se tomarán medidas para que se reconozca a Guaidó en su papel constitucional. En respuesta a Rusia, su representante ha dejado claro que “no se trata de una cuestión interna” cuando la crisis ha provocado tres millones de refugiados. Alemania, Bélgica, Polonia, República Dominicana y Perú se han expresado en los mismos términos.
Países de la región afectados por el efecto de la crisis venezolana, en su carácter de recibidores de migrantes venezolanos, intervinieron en el Consejo de Seguridad. Chile, al igual que Colombia, llamaron al reconocimiento de Guaidó, en línea con el Secretario Pompeo, rechazando “propuestas de falsos diálogos” en Venezuela.
Uruguay y México, sin embargo, reiteraron su pedido de un nuevo proceso de negociación en Venezuela.
El delegado uruguayo mencionó el comunicado emitido esta semana por la Cancillería de su país, en el que se llama a un dialogo en el que todos los actores deban buscar una opción pacífica y democrática, con un proceso de inclusión creíble.