El ex presidente brasileño Lula da Silva está convencido que los vientos comenzaron a girar, ante las irrefutables pruebas reveladas por el sitio The Intercept sobre la conducta y parcialidad del ex juez Sérgio Moro.
Las únicas mujeres del Gabinete que el presidente de Brasil, Jair Mesías Bolsonaro puso al frente de las carteras de Agricultura y DD HH, Teresa Cristina da Costa Dias y Damares Alves llegan con posiciones controvertidas que van a contramano de las políticas impulsadas por más de una década por los ex mandatarios Lula da Silva y Dilma Rousseff, bajo la bandera del Partido de los Trabajadores (PT).
El Partido de los Trabajadores de Brasil se enfrenta a la denuncia más ambiciosa que haya visto en estos últimos y turbulentos años. Un juez de Brasilia ha imputado a buena parte de su cúpula política, incluyendo a los ex presidentes Lula da Silva y Dilma Rousseff, acusada de ser el centro de todas las corruptelas de la petrolera Petrobras.
Los años dorados en los que el Partido de los Trabajadores del Brasil era un referente internacional para la izquierda de toda América Latina parecen ahora soterrados bajo la victoria de Jair Bolsonaro.
El candidato derrotado a la presidencia de Brasil, Fernando Haddad, exigió el domingo respeto por sus 45 millones de electores y dijo que la oposición al futuro gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro será una “tarea enorme”.
Jair Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar brasileña, ha sido elegido como el nuevo presidente de la mayor potencia de América Latina tras una de las campañas más divididas y tensas de la historia del país obteniendo el 55 % de los votos tras el escrutinio de más del 99% de las urnas.
Uno en Sao Pablo y el otro en Rio de Janeiro; los candidatos Jair Bolsonaro y Fernando Haddad emitieron sus votos esta mañana con la confianza que impulsan las encuestas al primero, y la esperanza del segundo de revertir esta ventaja, advirtiendo la amenaza que Bolsonaro representa para la democracia de Brasil en las elecciones presidenciales mas polarizadas de la historia reciente del país.
La amplia ventaja en los sondeos que tiene el conservador Jair Bolsonaro frente al progresista Fernando Haddad, su rival en las presidenciales en Brasil, llevaron al primero a preocuparse más con su eventual Gobierno y al segundo a buscar más votos.
La evaluación es de la especialista en relaciones internacionales Andrea Ribeiro Hoffmann, profesora de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río de Janeiro y para quien Bolsonaro puede “revertir” todo lo impulsado en política exterior por los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), primero con Lula (2003-2010) y después con su ahijada política Dilma Rousseff (2011-2016).
A escasos días de la segunda vuelta electoral, el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, con un pie en el Palacio del Planalto según encuestas, volvió a encender su retórica “agresiva” al advertir que los “marginales rojos serán prohibidos” en Brasil.