Los años dorados en los que el Partido de los Trabajadores del Brasil era un referente internacional para la izquierda de toda América Latina parecen ahora soterrados bajo la victoria de Jair Bolsonaro.
Doce de los 27 gobernadores elegidos en las elecciones brasileñas, incluyendo dos de los ricos estados de Sao Paulo y Río de Janeiro, aprovecharon la ola populista que encumbró a Jair Bolsonaro para conseguir unas victorias que hace unos meses parecían improbables.
El futuro ministro de Hacienda brasileño, Paulo Guedes, pidió disculpas por sus críticas al Mercosur y señaló que no quiso desmerecer a la Argentina ni al bloque regional.