Por unanimidad, tres jueces de un tribunal de apelaciones de Porto Alegre ratificaron hoy la condena por corrupción y lavado de dinero al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y aumentaron la sentencia inicial a 12 años y un mes de cárcel, poniendo cuesta arriba su vuelta al poder.
Este miércoles es un día clave para la política y los mercados en Brasil ya que un fallo de segunda instancia confirmará, revertirá o modificará la sentencia a nueve años y medio de cárcel emitida en julio por el juez federal Sergio Moro contra Lula da Silva. La decisión de la cámara será clave de cara a las elecciones presidenciales que se llevaran a cabo en el país vecino y con el cual Lula tiene un 35% de intención de voto y lidera las encuestas.
Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil, decretó este fin de semana el estado de emergencia en 94 ciudades por el aumento de los casos de fiebre amarilla silvestre, que ha dejado al menos 15 muertes en esta región desde julio de 2017.
Un tribunal de apelaciones brasileño dirá el miércoles si el ex presidente Lula da Silva es culpable de corrupción, en un fallo que puede liquidar sus ambiciones de volver al poder e incluso llevarlo a la cárcel. Una confirmación de la sentencia a nueve años y medio de reclusión, dictada en julio por el juez Sergio Moro por corrupción pasiva y lavado de dinero, complicaría además el panorama de las ya inciertas elecciones de octubre, en las que Lula se presenta como favorito.
Brasil registrará este año su mayor cosecha de café, de hasta 58,5 millones de sacos de 60 kilos, ya que las condiciones climáticas favorecen una recuperación tanto en la producción de robusta como de arábiga, dijo la gubernamental Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) en su primera estimación para el nuevo ciclo.
La actividad de Brasil se amplió 2,85% interanual en noviembre y avanzó 1,06% en los primeros once meses de 2017, informó este lunes el Banco Central de ese país.
El gobierno estadual de Río Grande do Norte, el estado del nordeste brasileño en que los policías están en huelga desde hace más de 20 días, declaró el estado de calamidad en el sistema de seguridad pública con el fin de poder adoptar medidas de emergencia que le permitan afrontar la grave situación.
Justo cuando parecía que la clase política brasileña, plagada de escándalos no podía ser menos popular, el país ha enfurecido tras conocer que el Congreso tendrá pronto entre sus miembros a un hombre que fue encarcelado por explotación sexual de menores.
La mayor ciudad de Brasil, que ha cerrado una veintena de parques públicos como medida preventiva para evitar un brote de fiebre amarilla tras la muerte de varios monos, confirmó este fin de semana los dos primeros casos de óbitos humanos por la enfermedad.
El alcalde de la ciudad brasileña de Porto Alegre, Nelson Marchezan, solicitó el envío de fuerzas militares a la ciudad para evitar posibles disturbios en el juicio que podría sellar el futuro político del ex presidente Lula da Silva el próximo 24 de enero. Marchezan envió la solicitud al actual presidente, Michel Temer, alegando que los seguidores de Lula llaman a invadir la ciudad del sur de Brasil, para presionar al tribunal que lo juzga.