A pesar de los anuncios del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro de que se tomarían medidas para revertir la tendencia, la deforestación en la selva amazónica de Brasil alcanzó nuevos máximos en enero de 2022, se informó este viernes.
Alrededor de 110.180 hectáreas de bosque fueron destruidas en las provincias argentinas de Santiago del Estero, Formosa, Chaco y Salta durante el año 2021 como resultado de prácticas ilegales, según Greenpeace.
Un informe del Instituto Socioambiental (ISA) publicado este miércoles mostró un aumento del 138% en la degradación en las tierras indígenas y del 130% en las Unidades de Conservación (UC) en comparación con tres años antes de que el presidente Jair Bolsonaro asumiera su cargo.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo este viernes que la alerta de desertificación de la Amazonia era la misma tontería de siempre y culpó a la oposición por esos informes que tenían como objetivo dañar la imagen del país y ahuyentar a los inversores.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció durante su viaje oficial a Colombia que su país lanzaría un pacto regional para reducir la deforestación en toda la Amazonía.
Una organización ambientalista ha presentado cargos contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ante la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya por deforestación del Amazonas, se anunció el martes.
Según el “Informe Forestal Mundial” de Botanic Gardens Conservation International publicado este miércoles, un tercio de la riqueza forestal de América Latina y el Caribe está en peligro de extinción.
Varias organizaciones no gubernamentales (ONG) enfocadas en temas ambientales lanzaron el miércoles una acusación contra el gobierno de Brasil por violar tratados internacionales y devastar la Amazonía.
La Amazonía brasileña nunca había perdido tantos kilómetros cuadrados en once años. Entre agosto de 2018 y julio de 2019 se perdieron 10.129 kilómetros cuadrados de selva, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Según un informe de Fitch Solutions Macro Research, la carne podría ser un objetivo para un aumento de impuestos, dadas las críticas al papel de la industria en el cambio climático, la deforestación y la crueldad animal.