Elecciones anticipadas, reforma constitucional, reforma electoral, son algunas de las propuestas de cambio que la oposición elevó al gobierno de Nicaragua durante el diálogo nacional que busca una salida a la situación desatada en abril contra el régimen de Daniel Ortega.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo del diálogo nacional para superar la crisis sociopolítica en el país, advirtió que ha comenzado una revolución no armada y demandó al Presidente Daniel Ortega a que retire a la Policía a sus cuarteles.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó el lunes que recibió autorización de Nicaragua para realizar una visita al país y evaluar la situación tras las protestas contra el presidente Daniel Ortega que han dejado decenas de muertos.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU pidió a las autoridades de Nicaragua que les permitan acceder al país para investigar sobre las muertes en las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega.
El gobierno de Daniel Ortega enfrentó más protestas populares en su contra, mientras el ejército y el episcopado presionan por una salida política que ponga fin a la crisis que dejó más de 50 muertos en menos de un mes en Nicaragua. A la espera de que se concreten las conversaciones, el Ejército tomó distancia del mandatario al anunciar que sus efectivos no reprimirán a los manifestantes antigubernamentales.
Los estudiantes nicaragüenses formaron una coalición para unificar propuestas y acciones en el diálogo anunciado por el gobierno de Daniel Ortega para superar la crisis desencadenada por las violentas protestas, que dejaron por lo menos 45 muertos.
Un grupo de personas salió este miércoles a las calles de Managua, por decimoquinto día, para exigir justicia por las muertes durante los pasados enfrentamientos y la renuncia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y de su esposa, la vicepresidenta, Rosario Murillo.
El gobierno de Daniel Ortega liberó este martes a decenas de jóvenes detenidos y levantó el bloqueo a un canal censurado, en un intento de contener la peor crisis en sus más de once años de mandato que dejó 27 muertos en menos de una semana. El gobierno estadounidense endureció su tono y condenó el uso de la represión en las manifestaciones y la censura a los medios.
“Ortega y Somoza, son la misma cosa” gritaban manifestantes en Nicaragua desde la semana pasada en contra del gobierno de Daniel Ortega, luego de que el anuncio de una reforma de la Seguridad Social desatara una oleada de protestas marcadas por la represión y uso excesivo de fuerza por parte de las autoridades. Hasta el momento, organizaciones de derechos humanos anunciaron que han fallecido al menos 30 personas en las manifestaciones, entre las cuales hay estudiantes, policías y un periodista. Esta sorpresiva oleada de protestas civiles sugiere comparar la crisis del país centroamericano con la que vive la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro desde hace años.
Nicaragua vive una oleada de violentas protestas desatadas por la decisión del gobierno del presidente Daniel Ortega, y de su esposa y vice-presidente Rosario Murillo, de reformar el quebrado sistema de pensiones con un aumento de contribuciones obreras y patronales. Las manifestaciones, que comenzaron el pasado miércoles y han dejado al menos 10 muertos, según datos del Gobierno, mientras que organismos humanitarios aseguraron que ya son 27 las víctimas mortales.