El Gobierno de Nicaragua aseguró el miércoles que el país avanza en la seguridad y la paz, y dio gracias a Dios por las victorias que, según el Ejecutivo, alcanzó en los últimos días, en los que se efectuó la Operación Limpieza en la localidad de Masaya, bastión de las revueltas populares.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución en la que pide al Gobierno de Daniel Ortega, que acepte la propuesta que le hizo la Iglesia Católica de adelantar a marzo de 2019 las elecciones fijadas para 2021.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este martes en La Habana que Nicaragua superará la crisis política que le está imponiendo Estados Unidos, al igual que la logró “voltear” su país.
La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, llamó al Gobierno de Nicaragua a poner “fin inmediato a la violencia”.
El 19 de julio de 1979, Daniel Ortega era un héroe al frente de la insurrección que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza, pero 39 años después gobierna Nicaragua aferrado al poder en medio de protestas que reclaman su salida.
La oposición nicaragüense intensificará su presión contra el presidente Daniel Ortega el jueves, con una manifestación y una huelga general. Sin embargo el gobierno, en contraofensiva, prepara su marcha de conmemoración revolucionaria hacia Masaya, la ciudad más rebelde del país donde murieron al menos 14 personas el fin de semana pasado debido a un enfrentamiento entre paramilitares progubernamentales armados y manifestantes.
Al menos 38 personas murieron en Nicaragua el domingo durante la jornada más sangrienta de los últimos tres meses, según informó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). La presidente del Cenidh, Vilma Núñez, dijo que 31 eran opositores al gobierno que se encontraban realizando cortes de rutas y calles, cuatro pertenecían a la policía y tres eran miembros de las llamadas fuerzas de choque del Ejecutivo.
14 vidas se cobró el incremento de la violencia en Nicaragua, que tiene al borde de la ruptura el diálogo para resolver la crisis que deja unos 250 muertos en casi tres meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Un centenar de seguidores del gobierno y paramilitares irrumpieron este lunes en la basílica de la ciudad de Diriamba, suroeste de Nicaragua, y agredieron a jerarcas católicos, agravándose la violencia que deja unos 250 muertos en casi tres meses de protestas contra el Presidente Daniel Ortega.
La violencia en Nicaragua desde que se iniciaron hace dos meses las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega deja un balance de muertos que oscila entre 212 y 285, según distintos organismos de derechos humanos.