La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, llamó al Gobierno de Nicaragua a poner “fin inmediato a la violencia”.
“Mogherini ha escrito al Ministro de Asuntos Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, con un llamamiento al fin inmediato de la violencia, la represión y las detenciones arbitrarias, y de que se respeten las libertades fundamentales”, informó la Delegación de la Unión Europea en Nicaragua y ante el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica).
Este martes las llamadas “fuerzas combinadas” del Gobierno de Nicaragua mantenían aislaba la ciudad nicaragüense de Masaya y realizaban un fuerte ataque armado sobre la comunidad de Monimbó, una de las que mayor resistencia ha opuesto al presidente Daniel Ortega desde el estallido social de abril, que ha cobrado más de 350 vidas. Horas antes las mismas fuerzas habían atacado la ciudad vecina de Nindirí, ubicada entre Managua y Masaya.
La diplomática europea “expresó sus condolencias por todas las víctimas de la violencia, e hizo un llamamiento para que sus autores sean enjuiciados y que los grupos armados irregulares se desmantelen”. Mogherini además se mostró “dispuesta” a que la Unión Europea acompañe y apoye el diálogo nacional entre la Alianza Cívica, que representa a la población, y el Gobierno de Ortega, tal como se lo había pedido la parte opositora, para superar la crisis.
La Unión Europea “está dispuesta a acompañar y apoyar el diálogo, en particular la Comisión sobre democratización y asuntos electorales, con vistas a las reformas necesarias y a un proceso electoral plenamente democrático y oportuno”, agregó el organismo.
De la misma manera, la Unión Europea anunció que ha destinado 300.000 Euros para apoyar las atenciones médicas a los heridos, y el reforzamiento al apoyo que brinda a las organizaciones de derechos humanos, incluyendo al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y al Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni).
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país”, pero el Gobierno nicaragüense lo niega.
El Gobierno de Ortega acusa a los manifestantes de ser grupos terroristas. La vicepresidenta y primera dama del país, Rosario Murillo, dijo el lunes que ni el “terrorismo” ni los “diabólicos”, en referencia a los detractores del Ejecutivo que a su juicio intentan derrocar al Gobierno, podrán gobernar Nicaragua.
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega siendo presidente. Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.