
La Corte suprema de Brasil rechazó por mayoría las apelaciones del presidente Michel Temer y decidió que la Cámara de Diputados decida si abre un juicio penal contra el jefe del Estado por un escándalo de corrupción. En tanto se supo que el ex gobernador del estado de Rio de Janeiro fue condenado a 45 años de cárcel.

El presidente brasileño, Michel Temer, será investigado por presunta corrupción en relación con un decreto sobre el sector portuario con el que habría favorecido los negocios de una empresa privada, informó este martes la Corte Suprema.

Antonio Palocci quien ocupara cargos en los gabinetes de los presidentes brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff, afirmó en testimonio ante el juez Sérgio Moro que Lula avaló un “pacto de sangre” con la constructora Odebrecht, por el que esta se comprometió a pagar 300 millones de reales en sobornos.

La corrupción generalizada en Brasil sigue embarrando gobierno y a la oposición, con millones en efectivo hallados en una vivienda usada por un ex ministro del presidente Michel Temer y nuevas denuncias contra el partido de Lula da Silva.

El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, anunció que abrió una investigación para apurar indicios de omisión de informaciones en el acuerdo de cooperación que firmaron ejecutivos de la cárnica JBS, quienes implicaron al Presidente Michel Temer en un caso grave de corrupción.

El presidente brasileño, Michel Temer, cumple un año de Gobierno efectivo, bajo la amenaza de volver a enfrentar una denuncia por corrupción, con la economía aún pugnando por salir de la recesión y su popularidad en el suelo, pero con un fuerte apoyo del Congreso.

La fiscalía brasileña pidió el viernes absolver al ex presidente Lula da Silva en una de las cinco causas judiciales que enfrenta, por considerar que uno de los delatores mintió y no existen pruebas que lo incriminen.

Acorralado por el agujero en las cuentas públicas y las dificultades políticas para avanzar en su plan de reformas liberales, el gobierno brasileño de centroderecha ha dado un golpe de efecto que agrada a los mercados y enfurece a la oposición de izquierda.

El funeral del centésimo policía asesinado este año en Río de Janeiro dio lugar a duros cuestionamientos a la política de seguridad y la desprotección frente a las bandas criminales de un estado que condensa todos los males del Brasil.

La ex fiscal Luisa Ortega Díaz, quien la semana pasada huyó de su país rumbo a Colombia junto a su esposo, el diputado Germán Ferrer, llegó a Brasil para participar este miércoles de un encuentro regional de fiscalías, mientras que el gobierno venezolano anunció que solicitará su captura internacional.