El presidente francés, Emmanuel Macron, y los primeros ministros Keir Starmer, del Reino Unido, y Mike Carney, de Canadá, declararon este lunes en un comunicado conjunto que las acciones militares de Israel en Gaza eran atroces, advirtiendo a Tel Aviv de posibles consecuencias en forma de medidas concretas. Las tres potencias de la OTAN exigieron el cese de la ofensiva y una flexibilización de las restricciones a la ayuda humanitaria.
La negación por parte del gobierno israelí de asistencia humanitaria esencial a la población civil es inaceptable y corre el riesgo de violar el derecho internacional humanitario, declaró el gobierno británico en el comunicado. Nos oponemos a cualquier intento de expandir los asentamientos en Cisjordania. No dudaremos en tomar nuevas medidas, incluidas sanciones específicas, prosiguió.
A pesar del anuncio de Israel de que permitiría la entrada de una cantidad básica de ayuda a Gaza, los funcionarios humanitarios argumentan que la respuesta es insuficiente, dado que persisten el hambre y la inseguridad extremas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció la presión internacional, pero defendió las acciones de Israel, afirmando que la guerra continuará hasta que Hamás sea derrotado. Su gobierno ha permitido la entrada a Gaza de cinco camiones de la ONU con ayuda humanitaria, incluyendo alimentos para bebés, tras 11 semanas de bloqueo. La ONU celebró la medida, pero la consideró insuficiente para los 2,1 millones de palestinos de la región.
Netanyahu explicó que su decisión de permitir entregas limitadas de alimentos se produjo tras la presión de sus aliados en el Senado estadounidense, enfatizando que Israel debe evitar la hambruna por razones prácticas y diplomáticas. Insistió en que la ayuda solo continuaría hasta que el ejército israelí y empresas privadas establecieran centros de distribución, en virtud de un plan respaldado por Estados Unidos y rechazado por la ONU. También instó a los líderes occidentales a presionar a Hamás para que libere a los rehenes, argumentando que sus exigencias recompensan el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó 1200 muertos y más de 250 secuestrados.
Al pedir a Israel que ponga fin a una guerra defensiva por nuestra supervivencia antes de que los terroristas de Hamás en nuestra frontera sean destruidos y al exigir un Estado palestino, los líderes de Londres, Ottawa y París ofrecen un gran premio por el ataque genocida contra Israel del 7 de octubre, a la vez que invitan a más atrocidades similares, señaló Netanyahu.
Insistió en que la guerra podría terminar si Hamás se desarma, libera a los rehenes, exilia a sus líderes y se desmilitariza Gaza, enfatizando la determinación de Israel de lograr la victoria total en una guerra de civilización contra la barbarie. La guerra comenzó el 7 de octubre cuando terroristas palestinos irrumpieron en nuestras fronteras, asesinaron a 1200 personas inocentes y secuestraron a más de 250 más para enviarlas a las mazmorras de Gaza. Israel acepta la visión del presidente Trump e insta a todos los líderes europeos a hacer lo mismo —escribió Netanyahu—.
La guerra puede terminar mañana si se libera a los rehenes restantes, Hamás depone las armas, sus líderes asesinos son exiliados y Gaza es desmilitarizada. No se puede esperar que ninguna nación acepte menos, e Israel, sin duda, no lo hará, señaló.
Mientras tanto, Israel ordenó la evacuación de Khan Younis y sus suburbios orientales, advirtiendo de un inminente ataque sin precedentes en la zona.