El 19 de julio de 1979, Daniel Ortega era un héroe al frente de la insurrección que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza, pero 39 años después gobierna Nicaragua aferrado al poder en medio de protestas que reclaman su salida.
Los Gobiernos de la República Argentina, República Federativa de Brasil, República de Chile, República de Colombia, República de Costa Rica, República del Ecuador, República de Guatemala, República de Honduras, México, República de Panamá, República del Paraguay, República del Perú y República Oriental del Uruguay, ante la situación en la República de Nicaragua:
La oposición nicaragüense intensificará su presión contra el presidente Daniel Ortega el jueves, con una manifestación y una huelga general. Sin embargo el gobierno, en contraofensiva, prepara su marcha de conmemoración revolucionaria hacia Masaya, la ciudad más rebelde del país donde murieron al menos 14 personas el fin de semana pasado debido a un enfrentamiento entre paramilitares progubernamentales armados y manifestantes.
Al menos 38 personas murieron en Nicaragua el domingo durante la jornada más sangrienta de los últimos tres meses, según informó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). La presidente del Cenidh, Vilma Núñez, dijo que 31 eran opositores al gobierno que se encontraban realizando cortes de rutas y calles, cuatro pertenecían a la policía y tres eran miembros de las llamadas fuerzas de choque del Ejecutivo.
14 vidas se cobró el incremento de la violencia en Nicaragua, que tiene al borde de la ruptura el diálogo para resolver la crisis que deja unos 250 muertos en casi tres meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega.
La violencia en Nicaragua desde que se iniciaron hace dos meses las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega deja un balance de muertos que oscila entre 212 y 285, según distintos organismos de derechos humanos.
El Gobierno de Nicaragua no se mostró partidario de adelantar las elecciones, una de las exigencias de la Alianza Cívica en el diálogo nacional que pretende poner fin a una ola de violencia que no cesa y a una crisis sociopolítica que se ha cobrado la vida de, al menos, 225 personas.
El gobierno de Nicaragua y la oposición reanudarán un diálogo que busca poner fin a la violencia que deja unos 220 muertos en poco más de dos meses, recrudecida en los últimos días. Los representantes del gobierno de Daniel Ortega y de la Asociación Cívica por la Justicia y la Democracia –de la sociedad civil– fueron citados para el lunes a las 10:00 locales por la Iglesia, mediadora del proceso, para discutir la propuesta de adelantar las elecciones de 2021 a marzo de 2019.
El diálogo para pacificar Nicaragua tras dos meses de protestas con 220 muertos, quedó el lunes en entredicho cuando la oposición condicionó su participación a la presencia de organismos internacionales de derechos humanos. La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia abandonó las mesas de trabajo tras acusar al gobierno de incumplir un acuerdo para invitar a los organismos internacionales a ayudar a investigar la violencia contra las sangrientas protestas.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua propuso al presidente Daniel Ortega adelantar las elecciones generales para el 29 de marzo de 2019, sin que en ellas sea posible su reelección, con el fin de superar la crisis que atraviesa el país. El anuncio fue hecho por el cardenal y arzobispo metropolitano, Leopoldo Brenes, al término de una sesión de la mesa de diálogo nacional, en donde explicó que esa propuesta fue presentada a Ortega el pasado 8 de junio.