El gobierno británico anunció la inversión de 200 millones de libras (unos 320 millones de dólares) en la construcción de un rompehielos para investigación polar el cual “colocará al Reino Unido a la cabeza de la investigación climática y de los océanos”, anunció el Ministro de Finanzas, George Osborne.
Los familiares de caídos en la guerra de las Malvinas buscan construir una capilla o santuario en el cementerio de Darwin en las Falkland Islands, donde se encuentran enterrados 237 soldados argentinos, para convertir “ese espacio de disputa en un lugar de peregrinación”, según un artículo distribuido por la agencia oficial de noticias argentina, Telam.
Crimea significa más para Rusia que las Islas Malvinas para Gran Bretaña”, dijo el viernes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, tras conversar con su par estadounidense John Kerry para tratar de reducir las tensiones en la región ucraniana.
Por Pablo Mieres (*) Conviene empezar indicando con claridad que quien esto escribe y su partido han mantenido y mantienen en forma permanente una posición clara de apoyo al reclamo de soberanía de parte de Argentina sobre las Islas Malvinas.
Me siento honrado de tener a mi cargo dentro de la Cancillería Británica a las Islas Falkland, las cuales ocupan un lugar muy especial en el pensamiento británico y en la historia británica. Y la próxima semana al fin podré, por primera vez, viajar a conocer las Islas y su gente personalmente. Y más entusiasmado no puedo estar.
Gran Bretaña acusó al Gobierno argentino de alimentar una disputa sobre la soberanía de las Islas Falklands/Malvinas para tratar de desviar la atención de sus ciudadanos de los severos problemas económicos que afectan a Argentina.
Mucho me temo que los argentinos se están comportando irracionalmente y no muy bien, dijo esta semana el Procurador General de Inglaterra y Gales, presente en las Islas Falklands para la conferencia anual de procuradores generales de los Territorios Británicos de Ultramar.
Un 26 de setiembre de 1941 la Alemania nazi sellaba el sitio a Stanlingrado, Estados Unidos aún no estaba en guerra aunque había comenzado la cuenta regresiva para Pearl Harbour, en tanto Gran Bretaña se desangraba por el bombardeo alemán y las pérdidas de sus naves de carga ocasionada por los submarinos.