
Mario Cardama, propietario del astillero español encargado de la construcción de dos Buques de Patrulla Oceánica (OPV) para Uruguay, cuyo contrato fue cancelado por Montevideo, insiste en que hubo una estafa contra su empresa, aunque admitió un problema con las garantías. Consideró que el banco que respaldaba la operación —EuroCommerce Limited— era, como mínimo, cuestionable.

El gobierno de Uruguay presentó una denuncia civil y penal contra el astillero español Cardama, responsable de la construcción de dos patrulleros oceánicos (OPV) por más de 92 millones de dólares, tras detectar presuntas irregularidades en la garantía bancaria del contrato firmado en diciembre de 2023. El caso ha escalado en los últimos días, con acusaciones cruzadas entre Montevideo y la empresa gallega, que niega cualquier irregularidad y denuncia un trasfondo político.

Altos oficiales de la Armada uruguaya, entre ellos el ex comandante en jefe Jorge Wilson, fueron sancionados con arresto por su participación en la compra de dos patrulleros oceánicos (OPV) al astillero español Cardama, una empresa sin experiencia en ese tipo de unidades y que además atravesaba dificultades financieras.

El astillero español Cardama inició esta semana la construcción de la primera de las dos patrullas oceánicas (OPV) para la Armada Uruguaya, con el corte de la primera placa de acero para el buque, denominado temporalmente “C-250”. Este hito se produce tras los pagos iniciales del gobierno uruguayo y la entrega de los certificados de Lloyd's que aprueban el diseño. La colocación de la quilla está prevista para mayo de 2025.

El Gobierno uruguayo realizó esta semana el pago de 8,4 millones de dólares al astillero español Cardama como primera cuota para la construcción de dos nuevos patrulleros oceánicos (OPV) acordada en julio del año pasado. Desde entonces, el proceso ha sido cuestionado e incluso un almirante de la Armada uruguaya se retiró del servicio activo en medio de la polémica.