El embajador Zeng Gang dijo que su Gobierno está dispuesto a realizar consultas para buscar una solución al tema, pero no habló de levantar las restricciones.
En un sorpresivo encuentro en la residencia de Olivos, los presidentes Cristina Kirchner y José Mujica acordaron ayer los primeros pasos que darán la Argentina y Uruguay luego de que se conozca el fallo del Tribunal Internacional de La Haya por la instalación de la pastera Botnia en el río Uruguay, que se espera para el próximo 20 de abril. El conflicto entre ambos países ya lleva cinco años.
La Presidenta Fernández criticó además al país europeo por “no respetar las resoluciones de las Naciones Unidas”, respecto a la soberanía de las islas.
El gobierno de las Fakland Islands invitó a la Argentina a compartir una cooperación pacífica en el Atlántico Sur, en igualdad de condiciones, para que “nunca más vuelva a repetirse la tragedia de 1982”.
Los representantes legales de Argentina y Uruguay ya fueron convocados para una audiencia a las 10 de ese día para notificarlos de la resolución en la disputa suscitada en torno a la instalación de una planta de celulosa sobre el Río Uruguay
La cuestión se definirá en mayo, cuando se conozcan los resultados de las gestiones de las que formó parte Cristina Fernández para conseguir sumar a los mandatarios que se oponían a su designación.
Argentina y Perú dieron totalmente por superado el conflicto generado por la venta ilegal de armas a Ecuador durante el conflicto que ese país mantuvo con Perú.
El objetivo es “que finalmente el Reino Unido comprenda que debe sentarse a cumplir los mandatos de Naciones Unidas y sentarse a negociar con Argentina”, dijo el canciller en referencia a la evolución de la disputa sobre las islas en el marco de la ONU.
El ex presidente volvió a disparar con fuerza contra el actual diputado Néstor Kirchner, al señalar que es adicto al poder y al dinero y anticipó su derrota electoral
Las largas filas de autos afuera de las estaciones de servicio lo dicen todo: Argentina está padeciendo en estos días una inusual falta de gasolina que obligará al país a importar combustible por primera vez en tres décadas.