El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunció este jueves planes para duplicar la capacidad del Centro de Reclusión del Terrorismo (Cecot), la prisión más grande de Latinoamérica, que actualmente alberga a más de 15,000 reclusos, incluyendo a más de 200 migrantes deportados de Estados Unidos.
Según se informó, Washington envió a muchas personas, alegando amenazas a la seguridad pública, a pesar de la ausencia de cargos penales en su contra.
La expansión fue revelada durante una visita al Cecot el mes pasado por la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kristi Noem.
Construido en 2023, el Cecot ha enfrentado críticas de organizaciones de derechos humanos por sus duras condiciones, incluyendo la detención en régimen de incomunicación y la falta de un debido proceso.
La controversia se intensificó después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, propusiera enviar a ciudadanos estadounidenses condenados por delitos violentos al Cecot, insinuando en broma que El Salvador necesitaría cinco cárceles más.
No conozco las leyes, pero también tenemos delincuentes locales, y me gustaría incluirlos en el grupo de personas que sacamos de este país, dijo Trump a Bukele en la Casa Blanca.
El caso del salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado por error y detenido sin cargos, ha llegado a la Corte Suprema de Estados Unidos, lo que ha generado tensiones diplomáticas, y el senador Chris Van Hollen exige su liberación.
Bukele defiende al Cecot como un elemento central de su estrategia antipandillas, mientras que sus críticos argumentan que viola los derechos humanos.
La expansión se alinea con políticas migratorias estadounidenses más estrictas y la creciente cooperación en materia de seguridad, lo que genera preocupación por la normalización de las detenciones masivas sin supervisión judicial.