La complicada relación fue la que desarrolló durante los últimos años Julian Assange con el Gobierno del Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y que terminó con el arresto del fundador de Wikileaks al interior de la embajada ecuatoriana en Londres durante esta jornada.
Si bien mientras Moreno ejerció como vicepresidente fue un importante defensor del asilo prestado al ciber-activista, una postura que mantuvo incluso durante su campaña presidencial, una vez que asumió el poder su perspectiva cambió.
El primer problema se transparentó a inicios de 2018, cuando en una entrevista con Ecuavisa, Teleamazonas y EcuadorTV, Moreno reconoció que esperamos tener a corto plazo un resultado positivo de este tema que sí, realmente nos causa más de una molestia. De ahí en adelante la relación entre el Mandatario y el fundador de WikiLeaks no mejoró, pues cada vez que Moreno era consultado por el tema, respondía señalando que no me agrada su presencia en la embajada, o que este era un problema heredado, haciendo referencia a que quien le había otorgado el asilo a Assange había sido Rafael Correa.
En busca de generar una relación más armónica entre ambos, el Mandatario le exigió al australiano que cumpliera un protocolo de convivencia en donde estaba prohibido que comentara en público sobre política y autodeterminaciones de otros países, algo que no cumplió. Pues en diciembre de 2017, el ciber-activista usó su cuenta de Twitter para apoyar la campaña de independencia catalana impulsada por Carles Puigdemont, y acusó al gobierno central español de represión.
Este no fue un hecho aislado, ya que en marzo del 2018 Assange volvió a utilizar sus redes sociales para criticar la decisión del gobierno británico de expulsar a diplomáticos de Moscú en respuesta al envenenamiento del espía ruso Serguéi Skripal.
”A pesar de que es razonable que Theresa May (Primera Ministra británica) piense que el Estado ruso es el primer sospechoso, hasta ahora las pruebas son circunstanciales, comentó. Tras este incidente, la embajada ecuatoriana decidió cursarle una sanción, suspendiéndole el acceso a internet.
El Gobierno de Ecuador suspendió los sistemas que permiten a Julian Assange comunicarse con el exterior desde la embajada ecuatoriana en Londres, informó la Secretaría de Comunicación a través de un comunicado. A lo que agregaron que la medida fue adoptada ante el incumplimiento por parte de Assange del compromiso escrito que asumió con el Gobierno en diciembre de 2017 por el que se obligaba a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados.
Otros incidentes que también generaron dolor de cabeza al gobierno ecuatoriano fueron las filtraciones que realizó WikiLeaks en el último tiempo, y en las que habría estado involucrado Julian Assange. Uno de los casos más emblemáticos fue la publicación durante octubre de 2016 de los correos electrónicos de John D. Podesta, quien fuera un cercano colaborador de Hillary Clinton, en plena campaña presidencial estadounidense, y que según comentaron algunos expertos, habría sido un factor importante en la derrota de la candidata.
Sin embargo, la gota que habría rebalsado el vaso fue la filtración de información sobre una carta que envió el Papa Francisco, en enero de 2019, donde se oponía a que la Orden de Malta distribuyera anticonceptivos. Después de este incidente habría quedado claro que el australiano seguía participando en WikiLeaks, ya que miembros clave de esta organización visitaron al señor Assange antes y después de dicha filtración”, comentó Moreno.
Los siete años que pasó Julian Assange al interior de la embajada de Ecuador no estuvieron exentos de problemas. Pues, en octubre de 2018 se le presentó un protocolo para definir las nuevas condiciones de vida en dicho establecimiento. Tras esta acción los abogados del australiano, Baltazar Garzón y Carlos Poveda, presentaron una querella en la justicia ecuatoriana argumentando que se estaban vulnerando los derechos de su representado.
Desde la sede diplomática se vieron en la obligación de transparentar la conducta que tenía el fundador de WikiLeaks al interior de esta. Dentro de las irregularidades que aseguraron que cometía, se encontraba el hecho que solía desplazarse en patineta dentro de la legación, jugar fútbol adentro del edificio causando daños y por último, hubo funcionarios de la embajada que se quejaron por la falta de aseo de Assange.
A pesar de que durante este jueves se produjo el arresto del ciber-activista en la embajada de Ecuador, WikiLeaks había adelantado la semana pasada que esta situación se produciría, algo que fue negado por el gobierno ecuatoriano en su momento. Ahora, con el ex hacker tras las rejas, la tensión continúa.