Se espera que la apertura de las compuertas de la represa de Itaipú durante el último fin de semana traiga algo de alivio a los habitantes de las costas del río Paraná, después de que 2023 también comenzara con una bajante, aunque no tan severa como en años anteriores.
Funcionarios y exportadores de Asunción siguen objetando el anuncio de Argentina de que los envíos por la Hidrovía del Paraná tendrán que pagar un peaje, lo que generaría un sobrecoste del 7%.
Según un informe del Instituto Nacional del Agua (INA) de Argentina, el río Paraná ha registrado los niveles más bajos de los últimos 25 años en la frontera con Paraguay, con cifras muy poco habituales para el mes de agosto.
El Ministerio de Transporte de Argentina anunció este lunes que su Administración General de Puertos (AGP) seguirá a cargo de la Hidrovía Paraná-Paraguay tras prorrogar el actual convenio que vence el 11 de septiembre.
Los exportadores paraguayos lamentaron este fin de semana su latente preocupación por el bajo nivel de los ríos Paraguay y Paraná, que podría afectar la temporada de granos en enero y febrero si no se registra una mejora, se informó en Asunción.
Según el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA) de Argentina, la situación de la bajante del río Paraná ha mejorado notablemente, pero sigue estando por debajo de las cifras históricas.
Los ríos Paraná y Paraguay han comenzado a recuperarse de las bajadas de agua de todo el año tras las constantes lluvias de los últimos días, según han informado autoridades paraguayas.
El presidente de la República, Alberto Fernández, ha designado a los miembros de la junta directiva del Ente Nacional de Vía Navegable Paraguay-Paraná, el organismo que supervisa las operaciones de la hidrovía Paraguay-Paraná.
El río Paraná volvió a registrar este martes un descenso de menos 46 centímetros frente a la capital de la provincia argentina de Entre Ríos, repitiendo así el mínimo histórico del 18 de agosto, confirmó la Prefectura Naval Argentina, mientras todo el país atraviesa un ola de calor sin precedentes.
Mientras que las fronteras entre Argentina y Paraguay siguen técnicamente cerradas como consecuencia de las medidas sanitarias de emergencia por la pandemia del coronavirus, caminar por el lecho del río Paraná de un país a otro se está volviendo cada vez más común como resultado de la histórica bajante.