Las autoridades argentinas han reforzado los controles sobre las barcazas paraguayas que navegan por el río Paraná, por motivos de seguridad y posible tráfico de drogas, según se informó en Buenos Aires.
Estas inspecciones se realizan de acuerdo con el Código Aduanero argentino y el Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná por equipos de funcionarios especializados de la Aduana y perros antinarcóticos.
La Aduana señaló que la hidrovía, que da acceso al Atlántico desde puertos fluviales, es la vía fluvial más importante del Mercosur (bloque formado por Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil) y como tal, es una ruta elegida para el contrabando de drogas hacia Europa, aprovechando la complejidad de los controles sobre barcazas cargadas con granos o mineral de hierro.
El Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná establece que la Aduana debe abstenerse de realizar inspecciones o controles a las unidades de transporte por la hidrovía, salvo cuando ingresen al puerto para realizar operaciones y limitándose a verificar la documentación y las condiciones externas de la carga, como el precintado.
Pero en caso de sospecha de fraude, esto no limita en modo alguno el derecho de las aduanas a realizar los controles que consideren pertinentes, insistieron las autoridades argentinas.
Bolivia, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay acordaron la semana pasada explorar alternativas de cooperación para fortalecer la Secretaría Ejecutiva del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná, además de mejorar la navegabilidad y seguridad de la ruta.
Los representantes de los cinco países que integran el Tratado de la Cuenca del Plata acordaron varios temas en la 49 Reunión Ordinaria del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná, con Bolivia como presidente pro témpore.
También analizaron un posible plan de acción para reactivar la Comisión Técnica de Cooperación (CCT) de este organismo para tratar temas de interés técnico en la hidrovía.
Además, se identificaron como asuntos de especial preocupación el establecimiento de peajes para la circulación de embarcaciones y el control de algunos actos ilícitos, como parte de la mejora de las condiciones de navegabilidad y seguridad.
En la reunión del comité, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay expresaron su seria preocupación por el peaje establecido por Argentina para el transporte de buques en el tramo comprendido entre el puerto de Santa Fe y la confluencia con el río Paraguay. Los cuatro países volvieron a pedir a Argentina que suspenda la aplicación de las resoluciones aprobadas por su Ministerio de Transporte en 2022 y propusieron que se adopten las medidas necesarias para dar cumplimiento al Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra de 1992.
Bolivia, que traspasó la presidencia pro témpore de la comisión a Brasil en la última reunión, destacó la Hidrovía Paraguay-Paraná como una alternativa fundamental y concreta a su condición geográfica mediterránea, sin acceso a un puerto soberano, por lo que consideró necesario desarrollar su pleno potencial.