Se espera que la apertura de las compuertas de la represa de Itaipú durante el último fin de semana traiga algo de alivio a los habitantes de las costas del río Paraná, después de que 2023 también comenzara con una bajante, aunque no tan severa como en años anteriores.
El presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Carlos Bertoni, había advertido sobre la escasez de precipitaciones. En la ciudad de Santa Fe, el río Paraná bajó 1 metro desde el comienzo de 2023.
Con fuertes lluvias en la Mesopotamia argentina (Misiones, Corrientes y Entre Ríos) y también en el sur de Brasil, se ha acumulado una importante cantidad de agua en la represa de Itaipú, al norte de Puerto Iguazú y las Cataratas del Iguazú.
De ahí que se decidiera abrir sus compuertas después de más de un año para proteger la seguridad de la central hidroeléctrica, según especialistas de la instalación conjunta de Brasil y Paraguay. Entre el 8 y el 11 de enero, la represa aumentó sus niveles de agua en aproximadamente 20 metros, en particular debido a las fuertes lluvias caídas desde fines de noviembre de 2022 en el sur de Brasil, donde se espera que el clima no cambie en el futuro cercano, debido a lo cual lo más probable es que las compuertas permanezcan abiertas.
El INA advirtió que la crisis hídrica en el Delta del Paraná no ha cesado y que las escasas lluvias de las últimas semanas anuncian un escenario alarmante. Según la Prefectura Naval Argentina (PNA), el río Paraná en la ciudad de Santa Fe se situó el 14 de enero en 0,45 metros, lo que supone un descenso de aproximadamente 1 metro desde principios de 2023. El puerto de Santa Fe se ubica en 0,85 metros en promedio en esta época del año.
En los últimos meses del año pasado tuvimos cierta recuperación por algunas lluvias puntuales que se dieron sobre la cuenca del río Iguazú, algo que se nota mucho en las cataratas, pero dura pocos días y eso no hace que cambie la situación en el Paraná, dijo Bertoni en una entrevista radial.