La salida del Movimiento de la Democracia Brasileña de la coalición de gobierno ofrece la oportunidad de relanzamiento de un nuevo gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, afirmó el ministro de gobierno Jacques Wagner.
Desde el lanzamiento de la operación Lava Jato en 2014 que investiga la corrupción y sobornos extendidos a jerarcas de la principal empresa de Brasil, Petrobras, por las empresas contratistas, se estima que se han perdido unos 170.000 puestos de trabajo, según el Consejo de Administración de dicha compañía.
La bolsa de Brasil subió el jueves casi un 7%, el mayor avance diario desde enero del 2009, porque los inversores consideran que los recientes desarrollos políticos aumentan la probabilidad de un cambio en la conducción del país.
El juez federal brasileño Sergio Moro, responsable por la investigación del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, citó el caso Watergate para justificar la divulgación de las escuchas telefónicas del ex presidente Lula. El juez Moro afirmó que ni el presidente de una República “tiene privilegio absoluto en el resguardo de sus comunicaciones”, a pesar de tener “foro privilegiado”.
Un partido opositor presentó este jueves una nueva demanda contra el nombramiento del ex presidente Lula da Silva como ministro de la Presidencia del gabinete de su sucesora, Dilma Rousseff, el cual ya había suspendido de forma cautelar por otra corte.
El ex presidente brasileño Lula da Silva aceptó este miércoles ser el jefe del gabinete de la mandataria Dilma Rousseff, con quien acordó su incorporación al gobierno con amplios poderes. Su nombramiento, que además le garantizará fueros privilegiados en la causa por corrupción en Petrobras, fue criticado por la oposición.
El presidente de la mayor y más influyente patronal del Brasil, Paulo Skaf -que dirige la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp)-, afirmó en un breve comunicado que la llegada de Lula al ministerio de la Presidencia es un golpe contra la nación brasileña.
Las graves denuncias contra Dilma Rousseff y su antecesor Lula da Silva hechas por el senador oficialista Delcidio Amaral cayeron como una bomba en el Gobierno brasileño, que planea una estrategia para salvar el mandato de la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT).
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, habría ofrecido a su antecesor Lula da Silva tomar el liderazgo de uno de sus ministerios, con el fin de evitar que sea enviado a prisión por su participación en el la trama de corrupción del caso Lava Jato.
El ex presidente brasileño Lula da Silva fue convocado por el juez Sergio Moro para el próximo lunes cuando tendrá que dar cuenta de lo que sabe sobre el proceso penal que investiga a uno de sus amigos, el ganadero Jose Carlos Bumlai.