Los transportistas en paro en Brasil se comunican por la aplicación WhatsApp sin acatar a los dirigentes gremiales tradicionales y algunos grupos demostraron su simpatía con el precandidato presidencial Jair Bolsonaro, de extrema derecha.
Brasil encara a partir de este mes un año electoral repleto de incertidumbre después de las sucesivas crisis que han hecho tambalear la política brasileña, acorralada por un gigante escándalo de corrupción que puede pasar factura a los partidos. El país enfrenta en octubre sus primeras elecciones desde que saliera a la luz los entresijos del mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, el cual ha salpicado a centenas de legisladores de todo el arco partidario que deberán rendir cuentas ante los electores.
El ex presidente Lula da Silva es el favorito para las elecciones de 2018, dominando todos los escenarios frente a sus potenciales rivales, según reveló este miércoles el tradicional sondeo de la Confederación Nacional del Transporte, que indicó que se amplió el rechazo al gobierno y a la imagen personal del mandatario Michel Temer.
Brasil recordó este martes el golpe que hace 50 años derrocó al presidente Joao Goulart en una jornada de “repudio” a los llamados “nostálgicos” de la dictadura, que intentaron valerse de la fecha para elogiar el “combate de los militares al comunismo”.