América Latina registró en los últimos cinco años un aumento del hambre que podría afectar a un 9,5% de su población en 2030, un escenario severamente agravado por el COVID-19, dijo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El recién electo Presidente de Argentina, Alberto Fernández, se comprometió este martes a trabajar para que en el país “nadie más pase hambre”, durante su primera intervención pública desde las elecciones del pasado domingo, en un discurso centrado en reducir la pobreza que azota al país.
El Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres advirtió este miércoles que este 2019 el mundo sigue el mismo rumbo que doce meses atrás y ”las alarmas siguen sonando”.
Argentina, junto con Venezuela y Bolivia, son los tres países de Latinoamérica en los que más creció el número de personas con hambre, según un nuevo informe de Naciones Unidas que también alertó que la carencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad son problemas frecuentes en la región.
La Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reafirmaron hoy en un acto celebrado en Roma su compromiso de abordar de forma conjunta los retos que comparten a nivel mundial, como frenar el aumento del hambre, propiciar la prosperidad y la paz, y construir un futuro más sostenible para todos.
El hambre alcanzó a 821 millones de personas en 2017 a nivel mundial, de los cuales unos 39 millones son latinoamericanos, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La cifra representa un deterioro del 6,1% en América Latina y el Caribe respecto a años anteriores y podría deberse a la desaceleración económica en Sudamérica, marcada especialmente por el caso de Venezuela, explicó este martes el organismo.
Las principales universidades del Venezuela llevaron a cabo la Encuesta Sobre Condiciones de Vida de 2017 (Encovi). El estudio, realizado entre julio y septiembre del año pasado en más de 6 mil hogares, reveló que la pobreza en el país aumentó a 87% en 2017, impulsada por una hiperinflación de 2.600% en el último año, que destruyó los ingresos de sus habitantes.
Miembros del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) corroboraron que, como consecuencia de la crisis económica, venezolanos compran alimento destinado a las mascotas, para su propio consumo.