Legisladores de la oposición en Brasil planean plantear el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff a raíz del escándalo de corrupción en la petrolera estatal, Petrobras que salpica de lleno al seno del Partido de los Trabajadores (PT), y cada vez más cerca del ex presidente Lula da Silva.
La tasa de aprobación del gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se derrumbó a un escaso 7,7%, según una encuesta divulgada este martes, que ubicó el índice de rechazo a la mandataria en un 70,9%. El sondeo fue realizado por la firma MDA para la Confederación Nacional del Transporte (CNT, patronal) y dice que el 20,5% de las personas entrevistas calificaron al gobierno como regular.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con su popularidad por el suelo y ante una compleja situación política, desestimó la posibilidad de ser destituida y aseguró que sectores de la oposición que quieren su salida “son un tanto golpistas”. La aprobación de la presidenta se desplomó hasta el 9% y marcó su nivel más bajo desde que asumió su primer mandato el 1 de enero de 2011.
El senador Aécio Neves, principal líder de la oposición en Brasil, expresó este domingo su apoyo a los cientos de miles de brasileños que regresaron a las calles para protestar contra el gobierno y la corrupción, pero se abstuvo de engrosar las marchas para, explicó, no darles una connotación partidaria.
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, reafirmó el lunes que negará cualquier solicitud para abrir un juicio político con vistas a la destitución de la mandataria Dilma Rousseff. Según Cunha, un juicio político, como exigieron algunos grupos minoritarios en las multitudinarias protestas, “no es solución” y “está al borde de lo ilegal y lo inconstitucional”.
El líder opositor brasileño Aecio Neves, candidato derrotado por la presidenta Dilma Rousseff en las elecciones del pasado octubre, dijo que las protestas multitudinarias de este domingo son el “comienzo” del camino a seguir. En un mensaje difundido a través de su cuenta de Facebook, animó a los brasileños a “no dispersarse” puesto que “el camino sólo está comenzando a ser andado”.
Cerca de un millón y medio de brasileños protestaron este domingo pacíficamente en todo el país contra la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta un complejo panorama de tensión social, política y económica derivada en parte del gran escándalo de corrupción en Petrobras. La gobernante se encuentra en su peor momento político, ya que algunos exigen directamente su destitución.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo este lunes que quienes promuevan un juicio político con miras a su posible destitución deberán “caracterizar por qué” y advirtió de que la sociedad brasileña “no aceptará rupturas” democráticas.