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Congreso de Brasil no dará lugar a ninguna solicitud de juicio político a Dilma Rousseff

Martes, 17 de marzo de 2015 - 10:11 UTC
“Brasil tiene un gobierno legítimamente electo y si aquellos que lo votaron en el 2014 ahora están arrepentidos deben entender que eso es parte del proceso político”, declaró Cunha “Brasil tiene un gobierno legítimamente electo y si aquellos que lo votaron en el 2014 ahora están arrepentidos deben entender que eso es parte del proceso político”, declaró Cunha
Pero “lo sucedido en las calles este domingo tiene que ser debatido” y “se deben buscar formas que ayuden al gobierno a encontrar aquello que la sociedad desea”, agregó Cunha Pero “lo sucedido en las calles este domingo tiene que ser debatido” y “se deben buscar formas que ayuden al gobierno a encontrar aquello que la sociedad desea”, agregó Cunha

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, reafirmó el lunes que negará cualquier solicitud para abrir un juicio político con vistas a la destitución de la mandataria Dilma Rousseff. Según Cunha, un juicio político, como exigieron algunos grupos minoritarios en las multitudinarias protestas, “no es solución” y “está al borde de lo ilegal y lo inconstitucional”.

 La Constitución brasileña dice que un pedido de esa naturaleza puede ser formulado por cualquier ciudadano frente a la cámara baja, pero para prosperar necesita de la aprobación de la Mesa Directora de ese organismo, que Cunha presidirá hasta febrero de 2017.

“Brasil tiene un Gobierno legítimamente electo y si aquellos que lo votaron el año pasado ahora están arrepentidos deben entender que eso es parte del proceso político”, declaró Cunha a los periodistas.

El legislador dijo que “lo sucedido en las calles este domingo tiene que ser debatido” y que “se deben buscar formas que ayuden al Gobierno a encontrar aquello que la sociedad desea”, pero siempre dentro del marco institucional.

Cunha es miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el vicepresidente del país, Michel Temer, pero aún así encabeza una línea disidente en esa formación y se ha mostrado crítico frente al Gobierno.

Pese a declararse decididamente en contra de un juicio político contra la mandataria, Cunha subrayó que en las protestas del domingo la ciudadanía manifestó su descontento y su deseo de que haya un “cambio de rumbo” en el Gobierno presidido por Rousseff.

La mandataria fue reelegida en octubre pasado para un segundo mandato de cuatro años que comenzó el primeo de enero, pero el apoyo a su gestión ha caído desde entonces hasta cerca de un 20 %.

Las manifestaciones del domingo, las mayores desde junio de 2013, fueron convocadas por grupos de oposición que protestaron contra la política económica del Gobierno y las corruptelas en la estatal Petrobras, por las que son investigados 50 políticos, entre quienes están el propio Cunha y el presidente del Senado, Renan Calheiros.

Categorías: Política, Brasil.