El ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raul Jungmann, dijo en la ciudad colombiana de Medellín que su país debe ser generoso con los venezolanos que buscan refugio en su territorio para escapar de la crisis. Jungmann, que visitó Medellín para conocer la transformación de esta ciudad colombiana con programas sociales para superar la violencia, afirmó que el éxodo de venezolanos espera abordarlo el próximo miércoles en una reunión en Bogotá con el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo.
Rio de Janeiro registró los dos primeros casos de sarampión en 18 años, informó la secretaría de Salud de ese estado, luego que el virus fuera hallado en otras regiones de Brasil.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha recomendando a Venezuela tomar acciones urgentes para detener la transmisión del sarampión y la difteria, así como atender el problema de morbilidad y mortalidad causadas por la malaria.
En un comunicado emitido este lunes, los Estados partes del Mercosur “exhortan” al Gobierno de Venezuela que permita el ingreso de ayuda humanitaria al país caribeño, para “paliar” la crisis social y migratoria que vive la nación.
La crisis humanitaria se agrava en Venezuela, según un nuevo dato difundido que indica que 160 personas fallecieron por difteria en sólo dos años, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre 2015 y 2017, el número de inmigrantes venezolanos en Latinoamérica pasó de 89.000 a 900.000 personas, lo que representa un incremento de más del 900%, según informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). En todo el mundo, la inmigración venezolana creció en ese mismo periodo casi un 110%, al pasar de 700.000 personas a 1,5 millones, según la misma fuente.
El gobierno brasileño prepara la instalación de nuevos albergues para refugiados en el estado de Roraima frente a una eventual nueva ola de inmigrantes venezolanos, que desde el año pasado han llegado por millares a esa región del norte del país.
Mostrando envases de medicamentos vacíos y siluetas de calaveras hechas con cartón, pacientes venezolanos con VIH protestaron en Caracas frente al Ministerio de Salud para denunciar la escasez total de antirretrovirales. “¡Que el ministro baje ya!”, “¡Ten dignidad, renuncia!”, exigían en coro unos 3000 enfermos.
En una evocación de anhelados recuerdos, me traje un montón de álbumes y casetes en VHS de casa de mi mamá. Hay un video en particular que me encanta; uno donde salgo dándole palo a la piñata. Venezuela, Parque Vinicio Adames, 1996. Una torta con arequipe. Golosinas. Payasitas llenas de témpera. Yo parecía un muñequito de colección, como si fueran a tomarme una foto de fin de año escolar. Lucía bonito, más o menos como arreglan, todos los domingos, a las criaturitas que ocupan las literas de “Las Villas de los Chiquiticos”, ubicada en la caraqueña avenida Río de Janeiro. A los varoncitos se les viste con camisa de cuello y, a las hembritas, se les echa gelatina de escarcha en las trencitas del pelo. A ellos se les prepara para el día de visitas y no para una fiesta de cumpleaños. Es la única ocasión donde se les rinde homenaje en esa triste infancia; en ese despecho feroz y deshumanizante que representa el camino a la adultez.
La organización Amnistía Internacional lanzó una plataforma en la que da seguimiento a casos de emergencia sanitaria en Venezuela, donde en medio de una debacle económica se recrudece la escasez de alimentos, medicinas y otros productos.