El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, hace tambalear el equilibrio en el gobierno de Theresa May, con la exposición de su punto de vista sobre cómo debe ser el Brexit, una versión considerada “dura” de la salida de la Unión Europea.
La legislación que pondrá fin a la preeminencia de la normativa de la Unión Europea (UE) en el Reino Unido una vez se ejecute el Brexit superó este lunes su primer trámite en el Parlamento británico.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, prevé abonar una factura de hasta 64 mil millones de dólares a la Unión Europea (UE) por los compromisos adquiridos antes de decidir abandonar el bloque comunitario, reveló este domingo el diario The Sunday Times.
Frankfurt podría convertirse en una pequeña Londres tras el Brexit, dijo un funcionario de la agencia estatal que promueve la ciudad, luego de que un estudio augurara la creación de decenas de miles de puestos de trabajo que darán impulso a la capital financiera de Alemania.
El Ministerio del Interior británico pidió disculpas por haber enviado “por error” cerca de cien cartas a ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido en las que les amenazaba con deportarlos si no abandonaban el país. Las cartas, unas cien según Interior, informaban al destinatario de que era una persona “susceptible de ser detenida de acuerdo con la Ley de Inmigración”.
Un informe divulgado por el Instituto de Asuntos Económicos (IEA) considera que la posibilidad que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin alcanzar un acuerdo con el bloque no dañaría la economía británica.
La Primer Ministro Theresa May reiteró el decidido apoyo del gobierno británico al derecho de las Islas Falklands a la auto determinación y subrayó que pretende una relación más productiva con Argentina, aunque recordó que el potencial de dicha relación depende del cumplimiento de los compromisos públicos asumidos por el gobierno argentino en el comunicado conjunto de setiembre del año pasado.
El mayor grupo financiero nipón, Mitsubishi UFJ (MUFG), ultima el traslado de la sede europea de sus operaciones de inversión, actualmente basada en Londres, con la meta de reducir el impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Expertos previnieron que el sistema alimentario del Reino Unido no está preparado para el impacto que pueda provocar la salida de la UE y se hundirá en el caos.
La Primer Ministro británica se ha visto obligado a llamar al orden a sus ministros apelando a la unidad y la responsabilidad luego de una seguidilla de filtraciones sobre las reuniones de gabinete que exponen las divisiones en torno a las negociaciones del Brexit con la Unión Europea, y la propia debilidad política de la jefa de gobierno, tras el desastroso llamado a elecciones que le costó al gobierno la mayoría cómoda en el Parlamento y la condujo a una alianza muy cuestionada, y costosa, con el partido unionista de Irlanda del Norte.