Casi el 85% de la opinión pública argentina cree que la muerte del fiscal Alberto Nisman, que denunció a la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de terroristas, afecta a la imagen de la gobernante, según un sondeo publicado el domingo.
Los restos del fiscal argentino Alberto Nisman, quien investigaba el atentado contra la mutual judía AMIA y fue encontrado muerto el 18 de enero, fueron inhumados este jueves en el Cementerio Israelita de La Tablada, oeste de Buenos Aires.
El Consejo Nacional de Resistencia Iraní (NCRI) emitió un comunicado en el que calificó al fallecido fiscal argentino Alberto Nisman, quien siguió la pista iraní del atentado contra la mutual judía de la AMIA en 1994, como un mártir de la paz y de la humanidad y no sólo del pueblo argentino.
La ex mujer de Alberto Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, rechazó la teoría del suicidio de su ex marido durante el entierro del fiscal, encontrado muerto en su casa tras denunciar a la presidenta argentina y otras autoridades por presunto encubrimiento.
El fiscal argentino Alberto Nisman ya no confiaba ni en la custodia antes de su muerte, dijo este miércoles el colaborador Diego Lagomarsino, el único imputado en este caso por haberle prestado el arma calibre 22 que lo mató.
Se desató una polémica entre la fiscal Viviana Fein que tiene el caso de la muerte de Alberto Nisman, y el gobierno de la presidenta Cristina Fernández a propósito de los motivos del retorno del fiscal de España y la fecha reservada o adelantada para volver a Buenos Aires.
La oposición argentina cargó contra la Agencia Federal de Investigación anunciada por Cristina Fernández por considerar que constituye una “maniobra” de distracción del Gobierno y pretende aumentar la politización de la institución.
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró este lunes que en el país “hay plena seguridad para todos los periodistas” y justificó la difusión de los datos del viaje del cronista que adelantó la muerte del fiscal Alberto Nisman.
La fiscalía argentina imputó a Diego Lagomarsino, colaborador de Alberto Nisman, por prestarle su arma, una pistola de calibre 22 que causó la muerte del fiscal la víspera de comparecer en el Congreso para detallar su denuncia contra el Ejecutivo.
En una hora de cadena nacional, la presidenta argentina Cristina Fernández criticó el manejo de la información, habló de un complot para perjudicar al gobierno, mencionó a Clarín y lo relacionó con Lagomarsino, el único imputado hasta ahora en el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman.