Gran Bretaña acusó al Gobierno argentino de alimentar una disputa sobre la soberanía de las Islas Falklands/Malvinas para tratar de desviar la atención de sus ciudadanos de los severos problemas económicos que afectan a Argentina.
El Consejo Ejecutivo de las Falkland Islands (EXCO) considera esencial un mayor análisis público de los asuntos presupuestales y más participación ciudadana para que se pueda mejor entender que dineros son ingresos recurrentes y cuales son excepcionales vinculados al desarrollo de la industria de hidrocarburos.
El gobierno de las Falkland Islands (FIG) y la petrolera Rockhopper Exploration anunciaron haber alcanzado un acuerdo para el pago de impuestos emergentes de la incorporación de un socio, Premier Oil, para el desarrollo del recurso Sea Lion, una operación de mil millones de dólares, y que según lo establecido generó un crédito de 146 millones de dólares para la Tesorería de las Islas.
Para un verano caliente de insubordinaciones y saqueos, un libro sobrio, así se podría describir a Fortaleza Malvinas: Sitiados en el último bastión británico escrito por el periodista nacido en las Falkland Islands, Graham Bound y que narra la visión de los Isleños a propósito de la complicada trama que deben sobrellevar viviendo junto a una desafiante y obsesiva Argentina que pretende bloquearlos del continente, décadas después del conflicto armado de 1982.
El gobierno argentino rechazó de plano la nota formal presentada el lunes por el gobierno británico protestando por la última legislación argentina en materia de hidrocarburos la cual pretende aplicar el derecho penal a quienes se involucren en el desarrollo de la industria petrolera en las Islas Falklands.
El Reino Unido este lunes presentó una protesta formal a Argentina por la aprobación de una enmienda a su legislación en materia de hidrocarburos que pretende criminalizar a personas y empresas vinculadas a actividades petrolíferas en aguas de las Falkland Islands, insistiendo en que la ley argentina no se aplica en las Islas y los Falkland Islanders están en todo e todo su derecho a desarrollar su propia industria de hidrocarburos.
La industria petrolera de las Falkland Islands estableció fuertes vínculos comerciales y empresariales con el sector de servicios para dicha industria de Escocia, país que tiene una larga y rica trayectoria en la materia con el desarrollo de los pozos en el Mar del Norte.
La guerra de Malvinas precipitó el final de la dictadura, que se jugó a todo o nada en esa aventura para tratar de conservar el poder. El 30 de marzo de 1982 una movilización multisectorial convocada por la CGT, conducida por Saúl Ubaldini, resistió por horas los tiros y palazos que salían de los carros blindados que custodiaban la Casa Rosada.
Los Falkland Islanders han sido elogiados por el despliegue de su campaña internacional de diplomacia explicando al mundo las impecables credenciales democráticas de las Islas a la vez que proclamando el avasallador voto del referendo en favor de la auto-determinación y de retener sus vínculos con el Reino Unido.
Un libro escrito por John Fowler sobre lo que significó vivir en carne propia la guerra de las Falkland Islands de 1982, desde el punto de vista de un Isleño, pata principal de las tres sobre la que se apoya la disputa por las Islas, estará muy pronto en su versión en español en Argentina.