Cuatro altos cargos estadounidenses confirmaron que la “segunda fase” de la operación militar Estados Unidos ha dado un nuevo paso en su ofensiva contra el gobierno de Nicolás Maduro. Desde este lunes, el presidente venezolano y altos funcionarios de su régimen figuran oficialmente en la lista de organizaciones terroristas internacionales del Departamento de Estado, junto al denominado Cartel de los Soles. La medida, anunciada por el secretario de Estado Marco Rubio, otorga a Washington “nuevas herramientas” para endurecer su campaña militar en el Caribe.
“El Cartel de los Soles está dirigido por Nicolás Maduro y otros individuos de alto rango del régimen ilegítimo, quienes han corrompido las Fuerzas Armadas, la inteligencia, el poder legislativo y el poder judicial”, señaló el comunicado oficial del Departamento de Estado. La clasificación permite sanciones adicionales y, aunque no autoriza directamente el uso de la fuerza, funcionarios estadounidenses han admitido que abre la puerta a posibles acciones dentro del territorio venezolano.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que la designación “da a nuestro Departamento más herramientas para ofrecerle opciones al presidente”, mientras Donald Trump sostuvo que esta medida permitiría atacar “infraestructura y activos del régimen” si fuera necesario. El mandatario, que mantiene el despliegue de más de 15.000 soldados y el portaaviones Gerald Ford en el Caribe bajo la llamada Operación Lanza del Sur, afirmó que Venezuela “está sintiendo la presión”.
Según Reuters, cuatro altos cargos estadounidenses confirmaron que la “segunda fase” de la operación militar —que incluiría misiones encubiertas y posibles acciones terrestres— podría comenzar en los próximos días. En total, los ataques estadounidenses contra supuestas “narcolanchas” en la región han dejado al menos 83 muertos desde septiembre.
En Caracas, la respuesta fue inmediata. La Cancillería venezolana calificó la decisión de Washington como una “ridícula patraña” y negó la existencia del Cartel de los Soles, denunciando que se trata de una maniobra para justificar una intervención “bajo el clásico formato estadounidense de cambio de régimen”.
“El gobierno de Trump busca fabricar pretextos para una agresión militar”, señaló el comunicado oficial, en el que Caracas acusa a Washington de “atacar la soberanía venezolana con mentiras”.
El texto añadió que el país se mantiene “unido y en paz” frente a las amenazas externas, mientras Maduro encabezaba una marcha en Caracas por el Día del Estudiante. “Esta nueva maniobra seguirá la suerte de las anteriores agresiones contra nuestro país: fracasar”, insistió el gobierno.
Analistas coinciden en que la designación de Maduro como terrorista representa el punto más tenso en la relación bilateral desde la ruptura diplomática de 2019. Washington mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por su captura y continúa presionando a aliados internacionales para aislar al régimen chavista.