El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, ordenó la revocación de las visas del juez del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño, Alexandre De Moraes, y su familia, tras el último fallo del magistrado sobre el expresidente Jair Bolsonaro, a quien puso bajo arresto domiciliario con un dispositivo de rastreo en el tobillo.
Rubio justificó la medida afirmando que la cacería política de De Moraes contra Bolsonaro ha creado un complejo de persecución y censura que vulnera los derechos fundamentales de los brasileños y extiende sus efectos negativos a los estadounidenses.
La cacería política del juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre De Moraes contra Jair Bolsonaro ha creado un complejo de persecución y censura tan generalizado que no solo viola los derechos fundamentales de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil, afectando a los estadounidenses. Por lo tanto, he ordenado la revocación de las visas de Moraes y sus aliados en el tribunal, así como de sus familiares cercanos, con efecto inmediato, declaró Rubio.
El Departamento de Estado citó la Sección 212(a)(3)(C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite declarar inadmisibles a personas cuya entrada sería perjudicial para la política exterior de Estados Unidos.
Este hecho se produce tras una declaración de la Casa Blanca a CNN, donde la subsecretaria de prensa, Anna Kelly, transmitió la convicción del presidente Donald Trump de que Bolsonaro y sus partidarios están bajo ataque de un sistema judicial armado. Trump considera a Bolsonaro un buen hombre que ama al pueblo brasileño y considera la reciente operación de la Policía Federal en su contra como una cacería de brujas que no debería estar ocurriendo.
La operación de la Policía Federal, autorizada por el juez De Moraes, incluyó órdenes de allanamiento e incautación en la residencia de Bolsonaro y en la sede del Partido Liberal (PL) en Brasilia, además de medidas cautelares.