El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó duras críticas contra su homólogo estadounidense, Donald Trump, tras la entrada en vigor de un arancel del 50% a productos brasileños. Lula calificó a Trump de “autoritario” y con actitudes “anticivilizatorias”, acusándolo de crear “problemas donde no existían”.
“Un presidente no puede humillarse ante otro presidente. Respeto a todos y exijo respeto hacia mí”, declaró Lula a Reuters, descartando una posible llamada directa con Trump: “No quiere hablar, y no tengo intención de hacerlo”.
El mandatario brasileño también apuntó contra Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo, a quienes responsabilizó por incitar las represalias desde Washington. “No hay precedentes de un expresidente y su hijo promoviendo sanciones contra su propio país. Deberán ser juzgados por eso”, afirmó.
Las medidas estadounidenses no responden a motivos económicos, sino políticos. Trump ha defendido públicamente a Bolsonaro —investigado por intento de golpe de Estado en 2023— y considera que enfrenta una “persecución judicial”. Incluso arremetió contra el juez Alexandre de Moraes, sancionado por el Departamento de Estado bajo una norma dirigida a violadores de derechos humanos.
Mientras tanto, negociadores brasileños lograron excluir unos 700 productos clave de los nuevos aranceles, incluidos petróleo y aviones, aunque no hubo avances diplomáticos significativos.
“Esto no es menor. Es un intento de imponer reglas sobre un país soberano”, advirtió Lula. “Cuando quieran hablar, hablaré. Pero no voy a actuar como Trump. No quiero pelear con Estados Unidos.”
El gobierno brasileño prepara medidas de apoyo para las empresas afectadas, mientras crece el nacionalismo ante lo que Lula considera una agresión directa contra la soberanía de Brasil.