Los directivos del club de fútbol de São Paulo Palmeiras dijeron que las sanciones que la Confederación Sudamericana de Fútbol emitió el domingo contra el Cerro Porteño de Paraguay tras los incidentes racistas de la semana pasada fueron “extremadamente leves”.
Palmeiras prometió elevar el caso a autoridades superiores, abogando por una tolerancia cero con el racismo en el deporte, dada la respuesta suave e inocua de la Conmebol, que se consideró insuficiente para combatir los repetidos casos de discriminación racial en el fútbol sudamericano. La presidenta del club, Leila Pereira, solicitó que se excluyera a Cerro Porteño de la competencia, pero el club solo recibió una multa de US$ 50.000 y se le ordenó jugar los siguientes partidos a puertas cerradas.
El jueves pasado, durante el encuentro entre Palmeiras y Cerro Porteño en el Estadio Gunther Vogel de Asunción, un hincha paraguayo que sostenía a un niño fue captado por las cámaras imitando a un mono mientras el jugador brasileño Figueiredo abandonaba el campo de juego para ser reemplazado.
El delantero Luighi también fue blanco de insultos racistas. Le dijo al árbitro que lo habían llamado mono, lo que provocó una breve interrupción. Visiblemente conmovido, el joven de 18 años lloró en el banco y se desahogó durante la entrevista posterior. ¿No me van a preguntar sobre el acto de racismo que me pasó hoy? ¿En serio? ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto? Díganme, ¿hasta cuándo? Lo que me hicieron es un delito. ¿No me van a preguntar sobre eso?, preguntó Luighi al equipo de transmisión oficial de la Conmebol.
Las sanciones contra Cerro Porteño, en lugar de servir para frenar un problema muy grave, demuestran en la práctica la connivencia de las entidades con un delito que se viene repitiendo incesantemente, así como la quiebra de un sistema penal incapaz de castigar con el rigor necesario los delitos de racismo cometidos en la cancha y en las gradas, afirmó el club brasileño en un comunicado.
Palmeiras reitera que llevará el asunto a las más altas instancias del fútbol mundial y llevará el episodio a las últimas instancias para que el fútbol sudamericano pueda finalmente convertirse en un ambiente de tolerancia cero al racismo. ¡Las lágrimas de Luighi no serán en vano!.