Las autoridades de Guyana lamentaron esta semana que el líder venezolano Nicolás Maduro anunciara sus intenciones de celebrar elecciones para el cargo de Gobernador del territorio en disputa de la Guayana Esequiba, dado que sería una violación de lo firmado entre ambos países en el Acuerdo de Argyle del 14 de diciembre de 2023.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guyana dijo en un comunicado que las recientes acciones y declaraciones de Caracas también constituían una clara violación de ese documento, así como de la Orden vinculante de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitida el 1 de diciembre de 2023.
En Argyle, en presencia del primer ministro vicentino y anfitrión Ralph Gonsalves; el enviado especial de Brasil, Celso Amorim, y el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit; Maduro y el presidente de Guyana, Irfaan Ali, acordaron que cualquier controversia entre los dos Estados se resolvería de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Si bien ambas partes se habían comprometido a abstenerse de acciones que pudieran agravar las tensiones o alterar la situación actual en el territorio en disputa, hasta su resolución de conformidad con el derecho internacional, los anuncios de Maduro del 7 de enero de 2025 sobre la elección de un Gobernador de la Guayana Esequiba por el pueblo de la Guayana Esequiba constituyeron una violación directa de estos compromisos, argumentó Georgetown.
Esta acción unilateral hace caso omiso del espíritu del Acuerdo de Argyle, socava el marco acordado para el diálogo y la coexistencia pacífica y aumenta significativamente las tensiones entre nuestras naciones, señaló llegó la ex colonia británica al tiempo que advirtió que cualquier intento de llevar a cabo una elección en territorio guyanés con la participación de ciudadanos guyaneses sería una “violación flagrante” de los principios más fundamentales del derecho internacional.
La declaración del presidente Maduro, unida a cualquier acción para integrar la región del Esequibo en el marco administrativo de Venezuela, incluida la convocatoria de una elección por el pueblo de Guayana Esequiba de un gobernador de Guayana Esequiba, representa un flagrante desprecio de esta Orden vinculante, reza el comunicado.
Guyana se reservó así su derecho a solicitar a la CIJ medidas provisionales adicionales en caso de que Venezuela diera algún paso más en este sentido, al tiempo que reiteró su rechazo a las pretensiones de Venezuela sobre el Esequiba.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Cooperativa de Guyana solicita garantías al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela de que respetará sus obligaciones internacionales y se abstendrá de nuevas acciones que socaven la resolución pacífica de esta controversia de larga data. De conformidad con el derecho internacional, prosigue el texto.
Mientras tanto, Maduro jurará este viernes un nuevo mandato de seis años tras las polémicas elecciones del 28 de julio de 2024, que el candidato opositor Edmundo González Urrutia también asegura haber ganado y, por tanto, también se peopone asumir. En este escenario, una Venezuela ya militarizada y con una guerra civil como uno de los posibles desenlaces sigue echando leña a la hoguera de los lazos diplomáticos con los vecinos.
Según un informe de principios del año pasado que citaba al think tank estadounidense CSIS, las imágenes de satélite mostrarían una concentración militar en el lado venezolano de la frontera del Esequibo.