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Lula resalta los compromisos medioambientales ante la OIT

Viernes, 14 de junio de 2024 - 08:32 UTC
“La mano invisible del mercado sólo agrava las desigualdades”, subrayó Lula “La mano invisible del mercado sólo agrava las desigualdades”, subrayó Lula

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió durante su intervención en la 112ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra (Suiza), en que el bienestar de los pueblos depende de que los gobiernos apoyen los compromisos medioambientales, informó la Agencia Brasil.

 En su alocución ante el foro de la Coalición Global por la Justicia Social, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) también señaló que el vínculo entre capital y trabajo es crucial para minimizar las desigualdades sociales, especialmente a la luz de los desafíos actuales.

“No hay democracia con hambre, no hay desarrollo con pobreza, no hay justicia con desigualdad. Por eso acepté la invitación del Director General Gilbert [Houngbo] para copresidir la Coalición Mundial por la Justicia Social. Será fundamental en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El ODS 8 [Objetivo de Desarrollo Sostenible 8] sobre Trabajo Decente para Todos no está avanzando a la velocidad y escala necesarias para cumplir sus indicadores”, dijo Lula, al tiempo que recordó que “la informalidad, la precariedad y la pobreza son persistentes”.

“El número de personas en empleos informales ha pasado de cerca de 1.700 millones en 2005 a 2.000 millones este año. Los ingresos del trabajo siguen cayendo para las personas menos formadas. Las nuevas generaciones no encuentran su lugar en el mercado. Muchos no estudian ni trabajan y hay un alto nivel de desánimo. Casi 215 millones, más que la población de Brasil, viven en la extrema pobreza, aunque tengan trabajo. Las desigualdades de género, raza, orientación sexual y origen geográfico son factores agravantes en este escenario”, señaló también.

Para Lula, la relación entre capital y trabajo es importante para minimizar las desigualdades sociales. “Recuperar el papel del Estado como planificador del desarrollo es una tarea urgente. La mano invisible del mercado sólo agrava las desigualdades. El crecimiento de la productividad no ha ido acompañado de un aumento de los salarios, lo que ha generado insatisfacción y mucha polarización. No se puede hablar de economía y finanzas sin hablar de empleo e ingresos. Necesitamos una nueva globalización, una globalización con rostro humano”, argumentó.

El presidente defendió asimismo la imposición de gravámenes a los súper ricos y recordó que la justicia social y la lucha contra la desigualdad son prioridades de la presidencia de turno de Brasil en el G20. “Estamos discutiendo cómo promover una transición justa y utilizar las tecnologías emergentes para mejorar el mundo del trabajo. Nuestra iniciativa prioritaria, la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, busca acelerar los esfuerzos para eliminar estos flagelos. Brasil está impulsando la propuesta de gravar a los súper ricos en los debates del G20”, señaló también Lula.

“Nunca antes el mundo tuvo tantos multimillonarios. Estamos hablando de 3.000 personas con casi 15 billones de dólares en activos. Esto representa la suma de la riqueza de Japón, Alemania, India y el Reino Unido. Es más de lo que se calcula que necesitan los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático. La concentración de la renta es tan absurda que algunos individuos tienen sus propios programas espaciales. No necesitamos buscar soluciones en Marte. Es la Tierra la que necesita nuestros cuidados”, prosiguió el presidente brasileño pensando en el magnate Elon Musk.

Para Lula, la lucha contra el cambio climático debe centrarse en la transición energética y la promoción del desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y medioambiental. “Los bosques tropicales no son santuarios para el deleite de la élite global, ni pueden ser tratados como depósitos de riqueza para exportar. Bajo cada árbol viven trabajadores que necesitan empleo e ingresos. La socio-bioeconomía, la industrialización verde y las energías renovables son grandes oportunidades para aumentar el bienestar colectivo y hacer realidad la transición justa que defendemos”. Lula también subrayó que la transición ecológica debe pensarse conjuntamente con la transición digital.

“Las acciones y políticas dirigidas al desarrollo de competencias digitales y sostenibles serán fundamentales en una economía global cada vez más descarbonizada e intensiva en tecnología [...]. La inteligencia artificial transformará radicalmente nuestro modo de vida. Tendremos que actuar para garantizar que sus beneficios lleguen a todos y no sólo a los mismos países que siempre sacan lo mejor de ella. De lo contrario, tenderá a reforzar los prejuicios y las jerarquías geopolíticas, culturales, sociales y de género”, afirmó.

“La coalición que lanzamos hoy será una herramienta central para construir una transición con justicia social, trabajo decente e igualdad. Esto será particularmente importante en este contexto de transición hacia un orden multipolar, que requerirá cambios profundos en las instituciones. Por eso, Brasil trabajará por la ratificación de la Enmienda de 1986 a la Constitución de la OIT, que propone eliminar los puestos permanentes de los países más industrializados en el Consejo de la organización”, detalló Lula.

“No tiene sentido pedir a los países en desarrollo que contribuyan a resolver las crisis a las que se enfrenta hoy el mundo sin que estén adecuadamente representados en los principales órganos de gobernanza mundial. Nuestras decisiones sólo serán legítimas y eficaces si se adoptan y aplican democráticamente”, señaló también.

La Coalición Mundial por la Justicia Social, creada el año pasado, cuenta ya con más de 250 miembros, entre los que figuran gobiernos, organizaciones de trabajadores y empleadores, organizaciones multilaterales y nacionales e instituciones financieras, organizaciones académicas y organizaciones no gubernamentales internacionales.

Tras la Conferencia de la OIT, que se prolongará hasta el 14 de junio, Lula tiene previsto viajar a Italia para asistir como invitado a la Cumbre del G7.

Categorías: Medio ambiente, Política, Brasil.