El Gobierno brasileño del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ratificó este viernes su adhesión “inequívoca” al “Principio de una sola China” en relación con Taiwán, que Pekín considera una provincia rebelde. El mensaje fue transmitido en Brasilia al ministro de Rsuntos Exteriores, Wang Yi.
Recordamos el apoyo histórico, coherente e inequívoco de Brasil al principio de una sola China, declaró el caanciller brasileño Mauro Vieira. En respuesta, el máximo diplomático chino agradeció a todas las instituciones brasileñas su postura.
En abril del año pasado, Lula se reunió con su colega chino Xin Jinping en Pekín para relanzar los lazos bilaterales enmarañados durante los años de Jair Bolsonaro.
En el nuevo escenario geopolítico, Wang Yi explicó las intenciones de acoplar el PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento) de Brasil a las inversiones internacionales chinas a través de la iniciativa Belt and Road, también llamada Ruta de la Seda. La iniciativa china, lanzada por Xi Jinping en 2013, prevé una red mundial de ferrocarriles, vías fluviales, carreteras, puertos y aeropuertos para transportar productos.
En un discurso pronunciado en el Palacio de Itamaraty, Wang Yi sugirió que los gobiernos de Brasil y China trabajen juntos para acercar los objetivos entre la iniciativa de la Franja y la Ruta y el PAC de Brasil. También abogó por una mayor apertura, inclusión y cooperación entre los dos programas de gobierno y mencionó que las asociaciones sino-brasileñas incluyen la soja y la exploración espacial, lo que demostraría que los intereses mutuos van más allá de la cooperación agrícola, la economía verde, la economía digital, la inteligencia artificial y otras áreas.
En respuesta al Belt and Road, Estados Unidos lanzó el año pasado una asociación con India, la Unión Europea, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para establecer un Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa.
También el viernes, Vieira confirmó que Xi Jinping viajaría a Río de Janeiro en noviembre para asistir a la Cumbre del G-20, tras cancelar su comparecencia en Nueva Delhi el año pasado.
Durante la visita de dos días de Wang Yi al país sudamericano, ambos ministros de Exteriores firmaron un acuerdo para ampliar la duración de los visados de viaje de 5 a 10 años y con entradas múltiples, lo que facilitará los desplazamientos y el fomento de los contactos entre empresarios, además de impulsar el turismo. También se habló de la apertura de un consulado brasileño en Chengdu.
Vieira afirmó que el dinamismo de las relaciones chino-brasileñas es también expresión de un nuevo mundo en construcción y subrayó que los países comparten intereses y visiones.
Wang Yi tiene previsto regresar a Brasil los días 21 y 22 de febrero para asistir a la reunión de cancilleres del G-20 en Río de Janeiro, mientras que Vieira dijo que había aceptado una invitación de su colega para visitar Pekín en los próximos tres meses.