El Gobierno de Nicaragua se apoderó de la ex embajada de Taiwán en Managua y se la entregó a China, que sostiene que la isla asiática no es más que una provincia rebelde.
El gobierno de Nicaragua se ha apoderado de la antigua embajada y oficinas diplomáticas de Taiwán, diciendo que pertenecen a China. Antes de ser expulsados del país, los diplomáticos taiwaneses habían intentado donar la propiedad a la Iglesia Católica.
Pero el gobierno del presidente Daniel Ortega afirmó que dicha donación sería inválida y que el edificio en un exclusivo barrio de Managua pertenecía a China. La administración de Ortega rompió relaciones diplomáticas con Taiwán este mes, diciendo que reconocería solo al gobierno de China continental.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán condenó las acciones gravemente ilegales del régimen de Ortega y dijo que el gobierno de Nicaragua había violado los procedimientos al dar a los diplomáticos taiwaneses solo dos semanas para salir del país. Taiwán también condena la obstrucción arbitraria por parte del gobierno nicaragüense de la venta simbólica de su propiedad a la iglesia católica nicaragüense.
Sólo hay una China, había dicho el gobierno de Nicaragua en un comunicado anunciando el cambio. La República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China, y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino.
La medida aumentó el aislamiento de Taiwán a pesar de los nuevos vínculos con Lituania y Eslovaquia, que aún no reconocen formalmente a Taiwán como un país, al que solo le quedan 14 embajadas extranjeras en Taipei.
China ha estado hostigando a los aliados diplomáticos de Taiwán en los últimos años, reduciendo el número de países que reconocen a la isla democrática como una nación soberana. China está en contra de que Taiwán se represente a sí misma en foros globales o en diplomacia. Las Islas Salomón eligieron reconocer a China en 2019, cortando las relaciones diplomáticas con Taiwán.
Taiwán se presenta como un país defensor de la democracia, mientras que Ortega fue reelegido en noviembre en lo que la Casa Blanca llamó una elección de pantomima.
El encarcelamiento arbitrario de casi 40 figuras de la oposición desde mayo, incluidos siete posibles candidatos presidenciales, y el bloqueo de la participación de los partidos políticos manipularon el resultado mucho antes del día de las elecciones, dijo el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, en un comunicado en noviembre.
Nicaragua estableció relaciones diplomáticas con Taiwán en la década de 1990 bajo la entonces presidenta Violeta Chamorro, quien había derrotado a Ortega en las urnas. Ortega volvió al poder en 2007 y había mantenido vínculos con Taipei hasta ahora.
En otra maniobra polémica, Ortega ignoró el pedido popular de Navidad sin presos políticos y optó por liberar, en cambio, a más de mil delincuentes comunes, en lugar de a cualquiera de los 171 periodistas, líderes opositores y militantes encarcelados, a quienes también se les negaron las visitas familiares.
Desde el pasado mes de noviembre, organizaciones de la oposición y de derechos humanos venían haciendo campaña por la Navidad sin presos políticos en Nicaragua, lo que había logrado un importante apoyo nacional e internacional.
Desde 2016, el régimen de Ortega inició un programa de liberación que ha llegado cada mes de diciembre a unos 26.386 internos, que recibieron la generosidad del pueblo nicaragüense, según la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega.