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Se espera que América Latina y el Caribe crezcan un 5,9% en 2021, dice la CEPAL

Miércoles, 1 de setiembre de 2021 - 10:43 UTC
“Los países necesitan complementar los recursos internos con un mayor acceso a la liquidez internacional”, dijo Bárcena. “Los países necesitan complementar los recursos internos con un mayor acceso a la liquidez internacional”, dijo Bárcena.

Un nuevo informe titulado “Estudio económico de América Latina y el Caribe” publicado este martes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elevó el pronóstico de crecimiento para la región de 5,2% en julio a 5,9%.

A pesar de la alentadora mejora, estas cifras se mantienen por debajo de la marca necesarias para recuperar el Producto Interno Bruto (PIB) de 2019.

Los países que más crecerán este año son Panamá (12%), Perú (10,6%), Chile (9,2%), República Dominicana (8%), Argentina, El Salvador y Colombia (7,5%) y México (6,2%), indicó el informe.

Detrás quedaron Brasil (5,2%), Bolivia (5,1%), Honduras (5%), Guatemala (4,6%), las islas del Caribe, Uruguay y Paraguay estaban (4,1%).

Se informó que los que obtuvieron los peores resultados fueron Costa Rica (3,7%), Ecuador (3%), Nicaragua (2,5%), Cuba (2,2%), Haití (-1,3%) y Venezuela (-4%).

El crecimiento en 2021, según el estudio, se explica principalmente por una baja base de comparación -tras la histórica contracción del 6,8% en 2020-, además de los efectos positivos derivados de la demanda externa y la subida de los precios de las materias primas, así como aumentos en la demanda agregada.

Con 43,2 millones de infectados y 1,4 millones de muertos, América Latina es la región del mundo más afectada por la pandemia de COVID-19 en términos sanitarios y económicos, mientras que Brasil, México y Perú se encuentran entre los cinco países más afectados del mundo.

Según la CEPAL, el principal desafío para la región es mantener un crecimiento sostenible e inclusivo, aunque “nada nos permite anticipar que la dinámica de bajo crecimiento previa a la crisis cambiará”, advirtió el informe.

Los problemas estructurales que limitaron el crecimiento de la región antes de la pandemia, como la baja inversión y productividad, la informalidad, el desempleo, la desigualdad y la pobreza, “se han agravado y afectarán negativamente la actividad económica y los mercados laborales”, señaló la comisión.

La pandemia desató la mayor crisis que han vivido los mercados laborales regionales desde 1950 y la recuperación esperada para 2021, según la CEPAL, tampoco permitirá alcanzar niveles previos a la crisis. La tasa de desempleo alcanzará el 11% este año, frente al 10,5% en 2020.

El informe también indica que los saldos fiscales mejorarán, pero señala que los niveles de deuda pública seguirán siendo altos, principalmente debido a los paquetes de ayuda para fortalecer los sistemas de salud pública, apoyar los ingresos familiares y financiar una estructura sanitaria, que representó el 4,6% del PIB.

La secretaria general de la CEPAL, Alicia Bárcena, destacó las asimetrías “entre los países desarrollados y los países de ingresos medios, la mayoría de los países de la región, tanto en la dinámica de vacunación como en la capacidad de implementar políticas de recuperación económica”.

Bárcena hizo esos comentarios en oportunidad del lanzamiento del nuevo informe en Santiago de Chile.

El documento también mostró que con respecto a la vacunación, el 24,5% de la población mundial tiene un esquema completo. La Unión Europea tiene inmunizada al 55,6% de su población; Estados Unidos y Canadá 53%; América Latina y el Caribe 24,8%; América del Sur 26,8%; Centroamérica y México 22,4%; El Caribe 5,8%.

En cuanto a los esfuerzos de ayuda fiscal, Estados Unidos tenía paquetes plurianuales de alrededor del 18% del PIB; la UE emitió bonos por 20.000 millones de euros para financiar la inversión pública. Además, Australia y Canadá tienen nuevos paquetes plurianuales de alrededor del 5% del PIB en sus presupuestos de 2021, mientras que en América Latina, los nuevos planes fiscales anunciados entre enero y junio de 2021 representan el 2,2% del PIB.

Bárcena insistió en que en la región “para mantener políticas fiscales y monetarias expansivas, los países necesitan complementar los recursos internos con un mayor acceso a la liquidez internacional y con mecanismos multilaterales que faciliten la gestión de la deuda”.

También abogó por iniciativas multilaterales para abordar las incertidumbres sobre la vacunación y el acceso de los países en desarrollo al financiamiento en condiciones adecuadas.

El documento muestra que los problemas estructurales de la región se agravaron como consecuencia de la pandemia y limitarán la recuperación de la actividad económica.

Antes del Covid-19, la región tenía una trayectoria de estancamiento: en el sexenio entre 2014 y 2019 creció a una tasa promedio de 0,3%, inferior al promedio del sexenio que incluye la Primera Guerra Mundial (0,9%) y la Gran Depresión (1,3%).

Además, el informe muestra una progresiva caída de la inversión, que en 2020 alcanzó uno de sus niveles más bajos en las últimas tres décadas (17,9% del PIB). De manera similar, la productividad laboral cayó significativamente.

El estudio refuerza la necesidad de canalizar la inversión hacia sectores que promuevan un nuevo estilo de desarrollo y que puedan mejorar la competitividad, el empleo y disminuir la huella ambiental.

En materia fiscal, el informe destaca que se debe acelerar la inversión pública y estimular y atraer la inversión privada.Como prioridad, los países deben enfocarse en la recaudación tributaria y la reducción de la evasión, que representa alrededor de 325.000 millones de dólares (6,1% del PIB regional).

El informe también llama a un mayor acceso a la liquidez internacional y menciona la reciente emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) por parte del Fondo Monetario Internacional por un valor de 650 mil millones de dólares, pero advirtió que no era una panacea y debería ir acompañado de otras iniciativas, entre ellas la creación de fondos multilaterales como el Fondo para Aliviar la Economía Covid-19 impulsado por Costa Rica, para facilitar el acceso al financiamiento.

El estudio también destaca la necesidad de fortalecer los bancos de desarrollo regionales, subregionales y nacionales, así como el establecimiento de un mecanismo multilateral de reestructuración de la deuda soberana para cumplir con las obligaciones contraídas con los acreedores privados.

El documento de la CEPAL favoreció por último la creación de una agencia multilateral de calificación crediticia.