En una maniobra para frenar la creciente inflación, el Banco Central de Brasil decidió el miércoles aumentar la tasa de interés básica en 0,75 puntos porcentuales, a 3,5% anual. Fue la segunda vez consecutiva que las autoridades monetarias respondieron con este tipo de medidas.
El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central acordó por unanimidad elevar la llamada tasa Selic del 2,75% al 3,5% en medio de una creciente presión inflacionaria. La tasa de interés había subido en marzo por primera vez en seis años, del 2% al 2,75%, a pesar de la crisis económica y la incertidumbre generada por la pandemia de coronavirus.
El aumento busca frenar el crecimiento del índice de precios. En los últimos 12 meses, la inflación se situó en 6,10%, muy por encima de la meta de 3,75% (más / menos 1,5%) fijada para el año 2021.
El Banco Central señaló en un comunicado que, con excepción del petróleo, los precios internacionales de las materias primas continúan aumentando, lo que incide en las proyecciones de precios de los alimentos y los bienes industriales. El Comité mantiene el diagnóstico de que los impactos actuales son transitorios, pero permanece atento a su evolución, dijo la autoridad monetaria.
De cara a la próxima reunión, el Comité pronosticó la continuación del proceso de normalización parcial del estímulo con otro ajuste de la misma magnitud. El mercado espera que la tasa de interés termine el año en 5,5% y 6,25% en 2022, según el último boletín difundido esta semana por el Banco Central y que recoge la opinión de un centenar de expertos.
La Selic alcanzó su máximo anual en julio de 2015, cuando llegó al 14,25%, y se mantuvo en ese nivel hasta mediados de 2016, momento en el que el Banco Central inició una caída sostenida hasta el mínimo histórico del 2%.
Con el aumento gradual, el Banco Central busca frenar la inflación, pero también debe evitar que la subida de tipos interfiera en la recuperación económica del país tras el fuerte golpe de 2020. El PIB de Brasil cayó un 4,1% el año pasado, el peor resultado anual desde 1996, y para el 2021, según economistas consultados por el Banco Central, crecerá un 3,14%. En relación a la actividad económica brasileña, los indicadores recientes muestran una evolución más positiva de lo esperado, a pesar de que la intensidad de la segunda ola de la pandemia fue mayor a la esperada, se lee en el informe del Banco Central. También precisó que la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía aún se mantiene por encima de lo habitual, pero después de un tiempo debería volver a la normalidad.