Brasil no moverá un dedo mientras Lula sea presidente si el TLC no se firma para el sábado El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó este miércoles un duro ultimátum a los líderes europeos. Anunció que, si el Tratado de Libre Comercio (TLC) UE-Mercosur no se firma para este sábado, abandonará las negociaciones por el resto de su presidencia.
El impasse se produjo luego de que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se uniera al presidente francés, Emmanuel Macron, para enfriar las expectativas de un acuerdo, lo que representó un duro golpe para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien esperaba finalizar el pacto este 20 de diciembre.
En su discurso ante el Parlamento italiano, Meloni calificó la iniciativa de prematura y sostuvo que no estaban dadas unas plenas garantías para los agricultores de su país. El cambio de postura de Italia alinea a Roma con París, Varsovia y Budapest, lo que podría formar una minoría opositora dentro del Consejo de la UE.
Francia sigue siendo el objetor más firme, dado que Macron enfrenta una intensa presión interna. Los agricultores franceses, preocupados por el aumento de las importaciones competitivas de carne de res y soja sudamericanas, han convocado una protesta de 10.000 personas en Bruselas para este jueves. París exige estrictas medidas espejo para garantizar que los productos del Mercosur cumplan con los rigurosos estándares ambientales y sanitarios de la UE.
En una reunión ministerial en Brasilia, un Lula visiblemente frustrado acusó a los líderes europeos de no asumir sus responsabilidades.
Si no lo hacemos ahora, Brasil no llegará a ningún otro acuerdo mientras yo sea presidente, advirtió Lula. El mandatario sudamericano argumentó que el Mercado Común del Sur, también conocido como Mercosur e integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, ha cedido en todo lo diplomáticamente posible para asegurar el acuerdo, que se ha estado negociando desde 1999.
Lula presentó el tratado como una defensa vital del multilateralismo, especialmente cuando la administración del presidente estadounidense Donald Trump avanza hacia políticas comerciales unilaterales.
El fracaso del acuerdo supondría un importante revés para Alemania y España, que han ejercido una intensa presión a favor. El canciller alemán, Friedrich Merz, planea ejercer una intensa presión sobre los socios de la UE durante la cumbre de esta semana, instándolos a no regatear un mercado que abarcaría a 722 millones de personas.
Más allá del comercio, Lula expresó su creciente preocupación por el clima geopolítico en Sudamérica, en particular por las tensiones entre Washington y Caracas. A pesar del estancamiento comercial, sostuvo que la situación interna de Brasil sigue siendo en gran medida favorable, incluso cuando la polarización política impacta en la opinión pública.
En consecuencia, el destino de la potencial zona de libre comercio más grande del mundo depende ahora de una cumbre europea este jueves, así como de la Cumbre de Líderes del Mercosur en Foz do Iguaçu (Brasil) el sábado.