El gobierno boliviano anunció este jueves que negocia con el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para cubrir la emisión de distintos bonos sociales destinados a contener las emergencias por el COVID-19.
Una buena parte de los bonos se está negociando con el Banco Mundial, mientras que se están solicitando 320 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, sin condicionamiento de ningún tipo, dijo el ministro interino de Economía de Bolivia, José Luis Parada, en una rueda de prensa en La Paz.
Parada señaló que esta es una medida que están asumiendo varios países de la región latinoamericana a través de sus carteras de Economía, dado que ningún país está preparado para correr por sí mismo con los gastos por la pandemia por el coronavirus.
El ministro remarcó que entes de financiación internacional como el BM y el FMI son conscientes de todo este reclamo de todos los ministros de economía de Latinoamérica y la necesidad de los países de recurrir a créditos y donaciones.
Bolivia dispondrá alrededor de US$ 574 millones para el pago de distintos bonos sociales de emergencia a causa de la pandemia, que se prevé beneficien a una gran parte de la población que carece de ingresos fijos, ancianos, estudiantes de primaria y secundaria, y mujeres gestantes.
A esto se suma un monto de dinero que asignó el Gobierno de transición para las familias de menos recursos, con la finalidad de que puedan costear los gastos básicos de alimentación.
El Gobierno lo que está haciendo es recurrir a todos los recursos que la ley le franquea, mencionó Parada, quien precisó que los recursos provenientes de fondos de organismos internacionales serán manejados con transparencia y se inscribirán en el Presupuesto General del Estado.
La pandemia ha provocado, según se informó oficialmente, 29 muertes y 441 casos de contagios confirmados, por lo que esta semana el gobierno decidió extender hasta fin de mes la cuarentena, que se había anunciado que finalizaría el miércoles
Frente a este cuadro, se resolvió que el mayor hotel de La Paz, el Real Plaza, fue alquilado por el gobierno para que se utilice como un centro de aislamiento para casos leves y sospechosos de coronavirus.
El hospitel, como se le denomina, es conocido en la ciudad como antiguo Radisson, cuenta con 319 habitaciones en quince plantas, en las que está previsto que durante un año pueda acoger si fuera necesario a unos 14.000 posibles contagiados por COVID-19, a un costo estimado en un millón y medio de dólares, a unos US$ 14 por paciente al día.
El ingreso se realiza por un túnel de desinfección con vigilancia policial.
La región de La Paz es una de las más afectadas, con 11 fallecidos y 101 casos, muchos de ellos en el área metropolitana de la ciudad y la vecina urbe de El Alto, que suman cerca de dos millones de habitantes de los 11 millones que tiene Bolivia.