La empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) busca consolidar su posición en el mercado del litio y aspira a convertirse en el cuarto productor mundial de ese mineral de aquí a 2021, sumándose de ese modo a Chile y Argentina en el denominado triángulo del litio.
Según el jefe de implementación de la actual planta piloto Llipi de la estatal boliviana, Marco Antonio Condoretty, cuando el proyecto entre en operaciones será capaz de tener una capacidad de producción de 15.000 toneladas a fines de 2020.
No obstante, consciente de las limitaciones de poner en pie una industria propia, YLB firmó acuerdos con socios estratégicos que traigan su tecnología y garanticen el mercado, como la alemana ACI Systems para producir hidróxido de litio y fabricar materiales catódicos y baterías de ion litio made in Bolivia destinadas al mercado europeo.
Asimismo, Condoretty destacó que también tienen nexos con la china Xinjiang Tbea Group-Baocheng, que a diferencia de la alemana explotará los salares de Coipasa, ubicados en Oruro, y el de Pastos Grandes en Potosí, para luego procesar la materia prima en Asia. El ingeniero químico subrayó además que por ley, en Bolivia solo YLB puede explotar los recursos evaporíticos, lo cual garantiza que la ganancia se quede en el país, siguiendo el mismo modelo de explotación de los hidrocarburos, nacionalizados en 2006.
De esa forma, Bolivia se prepara para dar el salto a la producción industrial de este metal clave en la industria electromotriz, ya que es utilizado sobre todo en la fabricación de baterías recargables de ion litio para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos. Con el 63% del mercado de baterías, China es el principal consumidor de carbonato de litio del mundo, frente al 23% de Estados Unidos, aseguró la académica de la Universidad de Antofagasta Ingrid Garcés.
La voracidad del gigante asiático le ha llevado a posicionarse en los principales yacimientos del mundo para asegurarse el suministro de este metal que es la base de las nuevas tecnologías.
Es precisamente en el triángulo del litio” donde se encuentran cerca del 80% de las reservas mundiales y donde mayor esfuerzo se espera para satisfacer la demanda. La producción mundial de este metal no ha parado de crecer en los últimos años. En 2018, aumentó un 23%, a más de 85.000 toneladas de litio (equivalentes a unas 446.000 toneladas de carbonato de litio), según el informe anual Mineral Commodity Summaries, del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).