Parecía indudable que, a partir del 10 de enero, Venezuela iba a experimentar una alta incertidumbre. Nicolás Maduro juramentó la presidencia para el período de gobierno 2019-2015 frente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), cuando la constitución de ese país dicta que es frente al Parlamento que el presidente debe presentar la toma de posesión. Tanto la comunidad internacional como la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora y declarada en desacato por el TSJ, tachan a Maduro de usurpador. La ilegitimidad del mandatario es discutida a nivel global y se reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de la República.
Son los artículos 333, 350 y 233 de la Constitución venezolana en los cuales se escudará el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, para asumir como primer mandatario venezolano tras decretar la usurpación del cargo por parte de Nicolás Maduro.
“Debe ser el pueblo de Venezuela, la Fuerza Armada, la comunidad internacional la que nos lleve a asumir claramente el mandato que no vamos a escurrir, que vamos a ejercer”, sentenció Guaidó este viernes desde las oficinas de las Naciones Unidas (ONU) en Caracas durante un cabildo abierto convocado tras la toma de Maduro.
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó a través de su cuenta de Twitter su apoyo a Guaidó como como presidente de Venezuela luego de que anunciara que se apega al artículo 233 de la Constitución. Esta posición de desconocimiento de Maduro como mandatario la han secundado los países integrantes de la Unión Europea, Estados Unidos, el Grupo de Lima, entre otras potencias a nivel mundial.
Saludamos la asunción de @jguaido como Presidente interino de #Venezuela conforme al artículo 233 de la Constitución Política. Tiene nuestro apoyo, el de la comunidad internacional y del Pueblo de #Venezuela #OEAconVzla https://t.co/6MgJtbvMFd
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 11 de enero de 2019
Sin embargo, el parlamentario opositor argumenta que es clave el apoyo de las Fuerzas Armadas, partiendo de la tesis que la cadena de mando, en la cual el presidente de la República es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, se ha roto.
El analista en derecho político Diego Cabrita arguye que existe un “conflicto de poderes” en la nación latinoamericana. La doble lectura constitucional, desde la cual existe un duplicado de cada poder del Estado -una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), sin representación opositora, frente a la AN; un TSJ frente a un Supremo con magistrados en el exilio nombrados por la AN y ahora un doble poder ejecutivo- profundiza el ambiente de incertidumbre política y económica en un país donde la inflación estimada para el 2019 alcanza el 10.000.000%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
17 países enviaron delegados de segundo nivel y solo cinco presidentes asistieron al acto en el que Maduro tomó la discutida presidencia, calificando la ceremonia como un acto de paz, asegurando que cumplía con la Constitución para “llevar democráticamente las riendas del país hacia un destino superior”.
Para un mandatario que basó la retórica de sus discursos únicamente en la figura del difunto ex presidente Hugo Chávez, sin logros, sin proyectos y sin futuro político propio, se dedicó a repetir mensajes lastimeros y aseguró que Venezuela es el centro de una guerra mundial.
Durante una conferencia ofrecida este viernes en la cancillería, Maduro aseveró a propósito de las declaraciones de la OEA en las que se reconoce a Guaidó como presidente interino que “pareciera que un grupo de muchachitos han tomado el control de la oposición y ahora quieren jugar a la desestabilización, es el mismo grupo que dirigió las guarimbas (protestas), cada día van a sacar un show nuevo y se reúnen en la noche a planificar cual será el show del siguiente día”.
Rechazo de venezolanos dentro y fuera del país
A través de plataformas para inmigrantes venezolanos, residentes en Uruguay de dicho país se reunieron en Montevideo este jueves expresando rechazo a la toma de posesión de Maduro. Ángel Arellano, coordinador de la ONG Manos Veneguayas, pronostica que se creara una agenda de movilizaciones dentro y fuera del país en respuesta al conflicto de poderes que ocurre en Venezuela.
“No hay ningún acuerdo con ningún partido dentro de ningún país”, expresa Arellano en cuanto al apoyo recibido por la política Nacional uruguaya. Sin embargo, “sería mezquino e ingrato no mencionar que el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente o el Partido de la Gente han sido sumamente colaboradores con la causa opositora venezolana en el sentido de extender su reclamo a nivel político”, declaró Arellano durante la concentración en Montevideo frente al Ejecutivo, que no se adhirió a la posición de desconocimiento del mandatario venezolano.
Por Sebastián Astorga - Montevideo