El líder opositor venezolano Juan Guaidó aseguró que continuará en su lucha contra el Gobierno de Nicolás Maduro pese a “las amenazas” en su contra luego de regresar de una gira de 10 días que lo tuvo en diversos países de Sudamérica.
Este domingo por media hora estuvo detenido el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, luego que su vehículo fuera interceptado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Esto, mientras viajaba al estado de Vargas, cerca de Caracas, para participar en un cabildo abierto en Caraballeda.
Parecía indudable que, a partir del 10 de enero, Venezuela iba a experimentar una alta incertidumbre. Nicolás Maduro juramentó la presidencia para el período de gobierno 2019-2015 frente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), cuando la constitución de ese país dicta que es frente al Parlamento que el presidente debe presentar la toma de posesión. Tanto la comunidad internacional como la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora y declarada en desacato por el TSJ, tachan a Maduro de usurpador. La ilegitimidad del mandatario es discutida a nivel global y se reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de la República.
Cerca del mediodía, este domingo 20 de mayo fueron concentrándose, poco a poco, venezolanos radicados en Uruguay frente a la embajada de Venezuela en Montevideo para protestar en contra de lo que consideran unas elecciones “injustas y fraudulentas”. La sede diplomática, donde se instaló una mesa electoral donde unos 405 venezolanos residentes en Uruguay estarían habilitados por el registro electoral, fue cercada con vallas policiales por temor a ataques violentos.
“Ortega y Somoza, son la misma cosa” gritaban manifestantes en Nicaragua desde la semana pasada en contra del gobierno de Daniel Ortega, luego de que el anuncio de una reforma de la Seguridad Social desatara una oleada de protestas marcadas por la represión y uso excesivo de fuerza por parte de las autoridades. Hasta el momento, organizaciones de derechos humanos anunciaron que han fallecido al menos 30 personas en las manifestaciones, entre las cuales hay estudiantes, policías y un periodista. Esta sorpresiva oleada de protestas civiles sugiere comparar la crisis del país centroamericano con la que vive la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro desde hace años.
Mostrando envases de medicamentos vacíos y siluetas de calaveras hechas con cartón, pacientes venezolanos con VIH protestaron en Caracas frente al Ministerio de Salud para denunciar la escasez total de antirretrovirales. “¡Que el ministro baje ya!”, “¡Ten dignidad, renuncia!”, exigían en coro unos 3000 enfermos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró que la crisis política, social y económica en Venezuela ha alcanzado niveles “alarmantes y gravísimos”, lo que ha generado un éxodo masivo de ciudadanos hacia Colombia y Brasil en busca de comida y medicinas.