El comercio mundial crecerá un 3,9% en 2018, cinco décimas menos del 4,4% que la Organización Mundial del Comercio (OMC) predijo el pasado mes de abril, a causa de las tensiones comerciales.
Las tensiones comerciales crecientes y unas condiciones de mercado más difíciles en mercados importantes reducirán el crecimiento del comercio para el resto del año y para 2019, subrayan los economistas del organismo. No obstante, los especialistas especifican que si bien las tensiones comerciales suponen el mayor riesgo, las políticas monetarias más restrictivas y la volatilidad financiera asociada, podrían desestabilizar aún más el comercio.
Si bien las predicciones han sido a la baja, el 3,9% está en el margen que la OMC había predicho en abril de un crecimiento de entre 3,1% y 5,5% en 2018. El actual estima que el aumento este año será de entre un 3,4% y un 4,4%. El análisis de la OMC indica que el crecimiento se moderará aún más el próximo año y se situará en torno al 3,7%, cuando hace cinco meses se esperaba una progresión del 4% en 2019. Se espera que el próximo año el crecimiento del producto interno bruto (PIB) sea del 2,9%, mientras que el de este año termine en el 3,1%.
Los indicadores muestran una pérdida de impulso, incluyendo las órdenes de exportación y políticas económicas inciertas, dice el documento. Norteamérica tuvo el mayor crecimiento de las exportaciones, y Asia el mayor aumento de importaciones en el primer semestre de 2018, mientras que las economías basadas en materias primas siguen sufriendo, especifica el informe.
Algunos de los efectos negativos que señalamos en abril se han materializado desde entonces, especialmente el aumento de medidas actuales y propuestas contra exportaciones de grandes economías, señalan los economistas. Más que nunca, es crucial que los gobiernos resuelvan sus diferencias y muestren control. Y añaden que si bien hasta ahora los efectos económicos de estas medidas han sido modestos, la incertidumbre que genera podrá tal vez tener un impacto a través de un gasto reducido.
Ante esta situación, el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, dijo, citado en un comunicado: Más que nunca, es crucial que los gobiernos resuelvan sus diferencias y muestren control. La Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha emprendido una guerra comercial con China y otros grandes socios comerciales para implementar su política de América primero, que ha elevado las tensiones a niveles no vistos durante años y está afectando a la confianza de los mercados.