Organizaciones marcharon este jueves en Buenos Aires en rechazo de un acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo al que acudió el presidente Mauricio Macri por auxilio financiero para contener la crisis. Por segundo día consecutivo, miles de personas se movilizaron contra el Fondo, en una demostración hasta la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede gubernamental, que terminó sin incidentes.
Tras la manifestación, otra numerosa “marcha de antorchas” de docentes y estudiantes llegó a la céntrica plaza en defensa de la educación pública y “contra el ajuste” en ese sector.
“La gente está sufriendo, está desconcertada y el gobierno no encuentra un rumbo que nos lleve a un lugar mejor del que estábamos. Al contrario, creemos que el rumbo elegido es de más ajuste y de mayor sufrimiento para las mayorías”, declaró Roberto Baigorria, dirigente del partido Libres del Sur (centroizquierda).
Baigorria junto a otros dirigentes de partidos de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales marchó detrás de una enorme bandera que rezaba “Fuera el FMI”.
Según dos sondeos, un 75% de los argentinos rechaza un acuerdo con el FMI, al que asocian con los peores fantasmas, y al que responsabilizan por la escalada de deuda que culminó en diciembre de 2001 con la peor crisis económica y social de la historia del país sudamericano.
El último préstamo del FMI concedido a Argentina fue en 2003 dos años después de declarar el mayor default de la historia. En 2006, el país canceló su deuda con el organismo por 9.600 millones de dólares.
“Hoy arrancamos (las protestas) pero no creo que nos vayamos de la calle si el plan del gobierno es el ajuste” , advirtió la enfermera Vilma Ripoll, del Movimiento Socialista de los Trabajadores.
Macri dio por terminada el miércoles lo que llamó “la turbulencia cambiaria” , pero admitió que la depreciación de la moneda de cerca de 20% significará “un poco menos de crecimiento y un poco más de inflación”, el flagelo que Argentina no logra domar y que llegó a 9,6% en el primer cuatrimestre.
El presidente consideró al déficit fiscal como “el problema central” que llevó a la crisis de los últimos días, y por la cual acudió al Fondo por un préstamo stand by. El Fondo ya había reclamado mayor rigor fiscal, a un país con un déficit fiscal de 3,9% del PIB en 2017.